22.12.2014
Casa Alejandra
Casa quinta en las afueras de Rosario.
La casa se encuentra en un barrio no consolidado en las afueras de Rosario. El paisaje presenta el carácter rural de la llanura pampeana, con campos de siembras y quintas junto a naves industriales y sucesivos hornos de ladrillos criollos. Este material es elegido por su bajo costo y la crudeza en su acabado. El uso del ladrillo define morfología, textura y modulación. La casa pretende sumar «una pila de ladrillos más» en el paisaje.
Se adopta una mampostería portante de doble muro con una traba compuesta por una hilada de ladrillos apoyados de tabla y otra apoyada de canto. Este patrón permite posibilidades para modular encuentros entre partes, altura de escalones, espesores de losa, tamaño de ingresos de luz y lugar de alojamiento de luminarias. El ladrillo aparece también como encofrado perdido en las galerías.
La planta baja, destinada al uso común, crece en altura con una cubierta inclinada hasta el segundo nivel creando un espacio de doble altura. La planta alta, correspondiente al uso íntimo, avanza hacia el fondo del terreno generando por debajo la galería. Hornos de ladrillos circundantes. El proyecto responde al pedido de una casa quinta compacta, recostada sobre el lateral sur con el objetivo de captar luz solar en todo su recorrido y dejar libre la mayor cantidad de parque. El desarrollo morfológico parte de un volumen sometido a operaciones de cortes, definiendo la geometría a partir de las orientaciones, ingresos de luz y visuales deseadas.