5.10.2015
Banco Guayaquil, remodelación casa matriz
La casa matriz se ubica en una manzana de borde en el centro de Guayaquil, sector de la ciudad caracterizado por edificios corporativos, gubernamentales, hoteles, comercios y servicios.
Está delimitada por las calles Francisco Paula de Icaza, Panamá, Víctor Manuel Rendón y el Malecón Simón Bolívar, calificado por el paseo público sobre el río Guayas.
La sede del banco se compone de tres edificios que se fueron incorporando históricamente para completar su actual capacidad física. Se compone de planta baja y 7 niveles. A su vez el banco posee otro edificio en la manzana colindante sobre la calle Panamá, constituyendo así un complejo edilicio de importante presencia y capacidad operativa. Su integración fue uno de los desafíos planteados al momento de abordar el proyecto, que busca unificarlos a través de acciones de diseño para lograr una nueva imagen corporativa, integrando los distintos sectores y proponiendo una acción unitaria, consistente y renovadora.
En la operación de reforma de las instalaciones se destacan tres escenarios de actuación: la envolvente exterior, la remodelación y ampliación de los diferentes sectores operativos de oficinas y la redefinición del vínculo funcional y espacial del edificio con el espacio público a nivel de planta baja.
La resolución técnica de la nueva envolvente recurre al uso del muro cortina, paños de visión y paños spandrel, con sectores de chapa micro perforada y paños de aluminio compuesto. Este recurso es utilizado, no como receta repetida y anónima, sino como una segunda piel que reconoce sectores notables del edificio, como el mural existente que califica el acceso original a la sede bancaria, considerándose un valor patrimonial a potenciar. Esta fachada define la nueva imagen, a la vez que da respuesta técnica y mejora la eficiencia energética del conjunto.
El segundo escenario de actuación comprende los espacios interiores de las oficinas y espacios comunes, haciendo uso de conceptos precisos de diseño interior, desarrollado de forma integral, donde todos los componentes conjugan sus cualidades, dimensiones materiales y color, con la señalética y la gráfica aplicada. Un sector en planta baja se destina al Museo de la Moneda, que muestra su colección y se ofrece como extensión cultural para usuarios y ciudadanos.
El tercer sector de actuación es la planta baja, donde se destaca la incorporación y generación de espacio público de calidad, propuesto en el ensanche de la galería existente. Este espacio adquiere un valor definitorio, que la institución amplía y mejora para ofrecerlo al uso colectivo. El proyecto resuelve un nuevo acceso sobre el Malecón dando respuesta a un tema pendiente, el de vincular el edificio con el espacio público del paseo costero sobre el río Guayas. La cualidad material del vidrio con diferentes tratamientos generan un rico y variado paisaje de transparencia y reflejos.
Las principales estrategias para la remodelación consisten en la relectura de la composición del edificio original, niveles, proporciones, líneas, unificando los componentes. Este objetivo se consigue mediante el manejo de una serie de criterios y herramientas: la definición de materiales a utilizar en la envolvente exterior y en los cerramientos, pisos y cielorrasos interiores, tipos de iluminación, la gama cromática de los diferentes componentes, la marca aplicada y el equipamiento específico para este tipo de programa.
Al exterior, la ejecución del proyecto adopta un repertorio de materiales acorde con la nueva imagen propuesta: detalles en hormigón visto, paños de aluminio compuesto, acero inoxidable y el vidrio utilizado en grandes paños, en formato muro cortina reforzando líneas horizontales con aletas de aluminio natural. La aplicación de la gráfica sobrepuesta no afectará las cualidades de los materiales de soporte, sino que estarán guiados por un concepto integral de diseño.