9.5.2025
Apartmento WT
Desde la primera visita al apartamento de 98 metros cuadrados ubicado en São Paulo, los futuros propietarios sintieron de inmediato una conexión con la historia del lugar. La estructura de hormigón visto, con pilares, vigas y losas sin tratar, revelaba las huellas del tiempo.
Sin embargo, la infraestructura anticuada y la rígida distribución requerían una renovación que equilibrara la conservación de los elementos originales con las necesidades contemporáneas. Para orquestar el reto, los propietarios contrataron a los arquitectos Felipe y Jordan Pérez, del estudio brasileño FJ55 Arquitetos.
En las conversaciones iniciales, los clientes expresaron un deseo común: unificar los espacios, creando un flujo físico y visual que facilitara la interacción entre las diversas actividades diarias. Además, para la pareja, que trabaja desde casa, la solución tradicional de una oficina aislada no resultaba atractiva.
La planta preexistente constaba de dos dormitorios y una clara división entre las zonas sociales, de servicio y privadas. Para lograr una propuesta abierta y funcional, la intervención eliminó casi todos los muros, conservando únicamente los del aseo y el dormitorio principal. Los armarios y el mobiliario se encargan de organizar las actividades.
La base se define por tres materiales: hormigón visto, que se mantiene a la vista; pintura blanca sobre la mampostería, una solución que maximiza el reflejo de la luz natural que fluye a través de los grandes ventanales; y tablones de madera que cubren todo el suelo, excepto los baños. Cerca de la entrada, los armarios de madera Freijó, dispuestos en forma de L, cumplen una doble función. A un lado, el banco de trabajo organiza la oficina en casa. Arriba, unas estanterías del mismo acabado albergan la colección de libros, sostenidas por ménsulas francesas que soportan el peso y aportan identidad al diseño. En el lado opuesto, el mueble alberga un tocadiscos y un par de altavoces fabricados por el residente, un homenaje a la pasión por los discos de vinilo y la música, ahora presente en esta nueva etapa de su historia.
La sala de estar, al fondo del espacio, también refleja la armonía entre lo nuevo y lo antiguo. El sofá Strips, diseñado por la diseñadora italiana Cini Boeri y hallado en una tienda de antigüedades de São Paulo, se une a la mesa de centro, reliquia familiar. En la pared, un póster traído de Nueva York. Otras piezas vintage, adquiridas en subastas o restauradas, como el icónico sillón Mole y el par de sillones Kiko, ambos diseñados por Sergio Rodrigues, se encuentran repartidas por la espaciosa estancia. En el recibidor, una obra del artista estadounidense Jean-Michel Basquiat da la bienvenida a los visitantes.
Para compensar la asimetría de las vigas voladizas, que se revela al retirar las paredes, se diseñaron estantes de chapa metálica que disimulan las irregularidades. Una colección de plantas sobre el elemento aporta vegetación al interior.
En la cocina, los muebles con acabado en madera Freijó refuerzan la unidad visual del conjunto, mientras que las encimeras son de losas de mármol. En contraste con la ortogonalidad de la arquitectura, la isla central tiene bordes redondeados y está revestida con azulejos color terracota, que complementan la paleta terrosa. Este elemento sirve como soporte para comidas rápidas durante el día.
El comedor está conectado directamente con la cocina, lo que permite una interacción constante entre quienes cocinan y quienes están en la sala de estar durante las reuniones. En la decoración, la mesa de comedor Litoral de Jaqueline Terpins (Dpot) está rodeada de sillas Diva (L’oeil) y, encima, una lámpara colgante UFO, diseñada por Fernando Prado (Lumini). La iluminación del apartamento se planifica con rieles electrificados que realzan la belleza de la losa de hormigón visto sin comprometer su estética.
En el dormitorio, la propuesta es de serenidad, con una base neutra que favorece el descanso, con paredes blancas y muebles con acabados en madera. La suite está diseñada para complementar la cálida paleta de la zona social. Los revestimientos cerámicos siguen una sutil transición cromática, con la parte inferior en terracota y la superior en blanco, creando un juego de texturas que se extiende hasta la encimera. El lavabo, del mismo tono, y el mueble de madera completan la composición.
Este proyecto de renovación, cuidadosamente concebido y ejecutado, es una auténtica oda al tiempo, donde la historia del edificio se funde con la necesidad de adaptarse a la dinámica de la vida contemporánea. La estética, la funcionalidad y la comodidad están presentes en cada detalle, ofreciendo a los propietarios una vivienda que refleja el pasado y el presente en perfecta armonía.
Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/wt-apartment.html