A Village under the Dome – MAD presenta su diseño del Centro de Artes Culturales de Zhuhai

Durante los últimos 30 años, las ciudades de China han experimentado un rápido crecimiento y urbanización. Como resultado han surgido ciudades distritos y edificios públicos completamente nuevos, que a menudo enfatizan una gran escala y se homogeneizan. En los últimos años se han demolido antiguas ciudades y pueblos y se han construido otros nuevos en su lugar, lo que ha provocado una inevitable repetición cíclica de grandes cambios urbanos. El fenómeno nos impulsa a reflexionar y preguntarnos: ¿cuál es el eje central de la renovación urbana?

Con esta pregunta en mente, MAD Architects, liderado por Ma Yansong, participó en un concurso internacional de diseño para el Centro de Artes Culturales de Zhuhai, donde propusieron una solución titulada “Village Under the Dome”.

Situada en el delta del río Pearl de China, la historia de Yinkeng Village se remonta a la dinastía Song del Norte; un pueblo centenario formado naturalmente por el mar. En 2018, el gobierno municipal de Zhuhai comenzó la demolición y reubicación de Yinkeng Village, dando paso a un centro municipal cultural y artístico planificado.

MAD comenzó realizando investigaciones históricas y trabajo de campo del área. Sin embargo, cuando comenzó la competencia, casi todo el pueblo había sido demolido.

A través de las estrechas callejuelas, quedan rastros de historia en las ruinas. Estos incluyen placas de puertas que datan del siglo pasado, plantas frente a las casas y un antiguo árbol de higuera con más de 500 años de historia en el borde del pueblo, bajo el cual se adoraba al «Dios de la tierra». Estos conmovedores detalles llevan las marcas de la vida de las personas en Yinkeng hasta el momento en que la aldea fue demolida, incorporando un fuerte sentido de emoción y memoria.

Durante este tiempo, algunas familias aún no se habían mudado. Un anciano dijo que su familia había vivido aquí durante generaciones y no se iría, no importa qué.

La propuesta de MAD es única dentro de la competencia, siendo el único diseño que se opuso a la demolición completa y la pérdida de la memoria del pueblo. Más bien, MAD adoptó un enfoque de conservación y renovación que transforma el papel y la función del sitio original, pero también respeta la historia del pueblo y las aspiraciones emocionales de las personas que alguna vez vivieron allí.

En lugar de superponer un gran edificio nuevo sobre las ruinas, MAD decidió respetar y mantener el diseño original de Yinkeng Village. Con una investigación meticulosa, una imaginación audaz y actualizaciones precisas, la propuesta de MAD es una que restaurará la vida pública de los aldeanos locales que se reunieron aquí durante cientos de años, al mismo tiempo que la «protegerá» con una gran cúpula.

El diseño de MAD celebra la vida cotidiana dentro del antiguo pueblo y amplifica el ambiente comunitario de su gente. En lugar de hacer alarde del «músculo» o «poder» del nuevo desarrollo económico urbano, el esquema busca reflejar los verdaderos sentimientos cívicos y humanistas que se han desarrollado naturalmente con el tiempo. Como resultado, se espera que este centro cívico esté verdaderamente orientado a los humanos y, aunque de bajo perfil, sea más icónico, contemporáneo y pionero en espíritu.

«La renovación urbana en China, especialmente en los distritos históricos, debe preservarse, reactivarse y recrearse, en lugar de ser completamente destruida y reconstruida». –Ma Yansong

Los múltiples grandes volúmenes y los complejos requisitos funcionales del centro de artes culturales se reorganizan y arreglan para adaptarse a las calles, la topografía y el diseño originales del pueblo, y se recrean en forma de edificios dispersos, a pequeña escala, en forma de bloques. Este enfoque tiene la intención de crear un sentido de comunidad basado en las ruinas protectoras existentes. Basado en este escenario, MAD imagina una cúpula flotante que reúne espacios de pequeña escala con una sensación de apilamiento.

A lo largo del centro, los visitantes se acercan a diferentes áreas funcionales a lo largo de la red de carreteras original de Yinkeng Village, donde el elaborado diseño del paisaje transforma las calles en sí mismas en una nueva experiencia de visita. La planificación y el diseño generales también son una combinación de lo antiguo y lo nuevo, con la plaza original del pueblo, el espacio verde, el estanque y el icónico árbol baniano antiguo, todos conservados. Debajo del árbol, la plaza al aire libre ha sido rediseñada para reflejar la reverencia por la naturaleza que siempre ha estado presente en la región sur de Guangdong.

En diálogo con el trazado de la calle a pequeña escala hay una cúpula «flotante» surrealista, que une todo el centro cultural como símbolo de conservación y renovación. Alcanzando una altura máxima de 45 metros, la cúpula está formada por un arco principal y una estructura de membrana de cable para asegurar su estabilidad; protegiendo el pasado imaginando el futuro.

Si bien la estructura principal de la cúpula está arraigada al suelo, la membrana permanece abierta hacia la base, lo que permite que las personas ingresen desde todas las direcciones. Además, el techo está equipado con una función que se puede abrir para una mayor flexibilidad.

La cúpula está compuesta por un material de membrana translúcido, que aparece casi como una capa de niebla flotando sobre el pueblo, mezclándose con el cielo para desdibujar la realidad con la imaginación.

Al mismo tiempo, la cúpula incorpora un enfoque de diseño sostenible con características de ahorro de energía. El proyecto tiene en cuenta el clima local y el entorno ecológico de Zhuhai, y sigue el principio de «generar recursos mientras se reducen los gastos». El esquema hace un uso completo de la energía renovable, con la proporción de uso entre sistemas y equipos eficientes en infraestructura municipal alcanza el 80%.

La arquitectura está íntimamente ligada al comportamiento humano; lleva emociones y recuerdos. Sin «gente», no puede haber continuación de la cultura y la civilización. La arquitectura no debe transmitir valores culturales que carezcan de sentimientos humanos o de respeto por la historia. La demolición y construcción masiva corre el riesgo de borrar rastros históricos, reemplazándolos con vastas plazas y edificios sin raíces ni alma. Debemos centrar nuestra atención en la historia y la extensión de nuestras culturas existentes. Debemos evitar las fallas culturales, para que las personas, la naturaleza, el pasado y el futuro puedan coexistir en un mundo armonioso.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/a-village-under-the-dome-mad-unveils-their-design-of-zhuhai-cultural-arts-center.html