Young Architects Competitions’ new contest – Ireland Meditation Mine

A menudo oímos hablar de Irlanda. La cultura de masas está impregnada de sus leyendas y sus paisajes. Sin embargo, la Irlanda de la que hablamos esta vez no es la Irlanda de los celtas y los páramos, de las hadas o los elfos.

La historia que contamos esta vez es la de una Irlanda polvorienta, mezclada con tierra y sudor, trabajo y pobreza.

Es la Irlanda de los mineros, de los hombres y mujeres de corazón valiente que extraían los minerales del corazón de la isla con los que alimentaban la furiosa industria del siglo XIX. Una historia de heroísmo silencioso, de gente común, de una ordinariez extraordinaria, presenciada por gente poderosa y cuyo encanto tiene poco -o nada- que envidiar a los austeros castillos o a las misteriosas abadías que pintan la cara más conocida de la muy romántica Irlanda.

La arquitectura que domina las minas de Allihies, edificios-máquinas dedicados al movimiento de mineros en el subsuelo, aparecen hoy como motores desguazados de piedra, que parecen desafiar la gravedad con sus enormes grietas que, sin embargo, durante siglos también han custodiado paraísos naturales abandonados y por mucho tiempo han sido visitados por un pequeño número de excursionistas apasionados.

Sin embargo, hoy algo está cambiando en el sentimiento común e, incluso para este tipo de arquitectura, parecen abrirse escenarios sin precedentes. De hecho, el deseo de escapar del entorno urbano, de una vida cotidiana a menudo percibida como asfixiante y enajenante, aumenta cada vez más. Cada vez es más frecuente el deseo de soledad, de silencio, de retorno al gran espacio natural: un deseo de reconexión con la propia intimidad, al que se llega visitando lugares con un encanto sobrenatural: entre ellos, Irlanda, notoriamente, es una de las destinaciones más aclamadas.

A pesar de ser ideales para extraer minerales de la montaña, entre los vestigios de antiguas minas, hoy quizás el hombre contemporáneo pueda extraer algo aún más precioso que los metales, recuperando ese sentido del ritmo y de la armonía que de alguna manera han sido comprometidos por la sociedad contemporánea.

Esta es la finalidad de Ireland Meditation Mines, el concurso que tiene como objetivo volver a explorar las obras maestras de la arqueología industrial irlandesa como un destino de retiro y meditación para aquellos que desean experiencias profundas, distanciamiento de la contemporaneidad e inmersión en la belleza mística de una naturaleza atemporal.

Aquí, entre rocas, viento y silencios ininterrumpidos, el hombre podrá volver a emprender esa huida de la civilización que llevó a los primeros sabios a retirarse en sus cavernas, en pos de una vida privada que, como siempre, ha sido la receta más eficaz para la felicidad humana.

Yac agradece a los proyectistas que acepten este desafío.

CRONOGRAMA

PREMIOS

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