Una casa puede ser también un puente, el legado arquitectónico de Paulo Mendes da Rocha

Paulo Mendes da Rocha, ganador del Premio Pritzker, aquí frente a uno de sus museos en Lisboa. (Foto: imago / GlobalImagens)

Paulo Mendes da Rocha nació en 1928 en la relativamente tranquila Vitória, la capital del estado brasileño de Espírito Santo, mas, como arquitecto, su nombre está tan indisolublemente ligado a la supermetrópolis de São Paulo.

Lo que construyó Mendes da Rocha, podríamos decir, fue un modernismo brasileño con menos curvatura, pero con más rigor. Con rigor aquí no queremos decir simplemente un peso que presione torpemente el suelo, sino más bien estructuras pesadas en la parte superior y «aireadas» en la parte inferior. El hormigón visto flota en la parte superior y el vidrio en la parte inferior.

Este flote intencional de peso es más que una característica estética de los edificios de Paulo Mendes da Rocha. En principio, hay toda una actitud detrás, y es propia de toda la Escuela Paulista, la escuela de São Paulo, a la que perteneció Mendes da Rocha al haber sido discípulo y asistente de João Vilanova Artigas. Siempre se le consideró la contraparte algo más intelectual, pero también algo más frágil de Niemeyer, y de este aprendizaje Mendes da Rocha obviamente aprendió que una casa en São Paulo siempre puede ser un puente. Al menos en esta tradición, una casa es siempre ante todo un gran techo blindado de hormigón, un refugio que sirve como lugar de encuentro y a través del cual los vientos y la vida social pueden pasar silbando sin que los muros lo impidan.

Mendes da Rocha solo completó una obra en 2018 que, con su piscina en la azotea, a primera vista parece un edificio privado particularmente lujoso para paulistas ricos, y a segunda vista es exactamente lo contrario: un centro cultural del Servicio Social Público de Comercio, que reúne actividades de ocio económicas para todos en 14 pisos y con derecho de paso gratuito para todo público.

A grandes rasgos, este es el arquitecto que fuera un ícono de la arquitectura brasilera y americana, gnador del premio Pritzker en 2006 y que murió en pentecostés, a los 92 años en la ciudad que fue la principal testigo de su trabajo arquitectónico.

Fuente: https://www.sueddeutsche.de/kultur/paulo-mendes-da-rocha-pritzker-preis-nachruf-1.5303879