24.1.2022

Interconectados. Balance de dos años de pandemia

Estos últimos dos años de pandemia han activado y acelerado el trabajo que íbamos tejiendo. Los vínculos establecidos con anterioridad nos han permitido realizar un trabajo de investigación sobre las realidades palpables del estado de los espacios de las escuelas. Nuevas y viejas estrategias permiten repensar los espacios de vida, de comunicación en torno a la naturaleza y la educación.


Escola del Mar de Barcelona (1921)

Ha habido un tiempo para escuchar y un tiempo para aprender de los amigos que hemos encontrado haciendo camino. Un tiempo de transición que nos ha llevado a responder a unas necesidades impuestas por el Covid y al mismo tiempo nos ha hecho abrir la mirada para aprender cómo poder habitar los espacios de la escuela sin volver a la «normalidad». La comunidad educativa y la prensa se han hecho eco del valor del patio de la escuela, como primera puerta que une a toda esta comunidad, y de la necesidad de implementar cambios. La dejadez, el abandono y la desconexión total con la naturaleza que nos ofrecen los patios, y el espacio público en general, han hecho evidentes una serie de carencias que es necesario corregir desde el proyecto educativo. La complicidad en la red y los agentes de distintos saberes con los que hemos trabajado, han hecho posible llevar a cabo pequeños grandes cambios.

Hemos podido disfrutar de un «Tiempo de construcción coral» para hablar de la educación del siglo XXI, de los proyectos educativos coherentes con la conexión de los espacios con la naturaleza, de los entornos donde vivimos y de la salud. Tantos y tantos temas que nos han permitido reafirmar conceptos ya trabajados, como el de la necesidad de actuar en la escuela en unos espacios intercomunicados para un aprendizaje global, y conectados con la vida. Han sido dos años durante los cuales hemos sido un pequeño engranaje que ha hecho mover motores, interactuando con muchas  personas a nivel interdisciplinar: maestros, arquitectos, paisajistas, biólogos, educadores del ocio, antropólogas, periodistas y artistas. Con todos ellos hemos podido compartir y expresar, hemos hecho saber, hemos manifestado, notificado y participado, transmitiendo e intercambiando conocimientos. Con todos estos saberes hemos tenido la oportunidad de abrir puertas para salir de la escuela cerrada entre cuatro paredes.

Los espacios de escuela, el tiempo dedicado y las personas que hemos conectado desde diferentes perspectivas de la comunidad educativa nos han
aportado la riqueza de nuevos puntos de vista. Buscando colaboración, cooperación, contribución y solidaridad hemos encontrado compromiso,
acompañamiento y apoyo con los que hemos podido acoger múltiples situaciones y realidades. En algunos proyectos se ha podido alcanzar la naturalización del patio y en otros tan sólo se han instalado objetos de catálogo.

Hemos tenido la oportunidad de dar y ofrecer dedicando tiempo al tiempo. Hemos tenido suficiente calma forzada por la pandemia como para reponer las ideas. Hemos podido estirar del carro, lentamente, paciente y conscientemente, para no cerrar ningún proceso de búsqueda y de intercambio. Hemos dispuesto del tiempo necesario para construir y también para reforzar la investigación con las aportaciones corales de tanta gente que han ido sumando, y abrir nuevas visiones sobre la importancia del contexto en el que los niños aprenden. Estamos esperanzados en conseguir que las observaciones y evaluaciones realizadas ayuden a construir el camino de la renaturalización de estos espacios, y que además puedan aportar una brizna de conocimiento y bienestar a toda la comunidad.

El grupo de trabajo “Como está el patio”

Durante estos dos años hemos estado conectados virtualmente como grupo de trabajo llamado «Cómo está el patio» de la asociación de maestros Rosa Sensat. Hemos tenido la oportunidad de ir articulando la formación y el debate interno. Cada uno con su especialidad ha aportado conocimiento al repensar y proyectar sus propios pensamientos en su territorio. Hemos tenido la suerte de poder compartir y debatir aprendizajes en distintas áreas, lo que nos ha enriquecido a todos. Nuestra valoración subjetiva es que somos un buen grupo de trabajo y que podemos ver cómo gestionar la transformación del espacio exterior desde distintos ángulos. En muchos casos, con pequeñas transformaciones en los patios, hemos pasado de tener la oferta del juego de pelota y más concretamente de fútbol, a tener una amplia oferta con diversidad de propuestas. Pero debemos saber cómo gestionar las polarizaciones y cómo podemos ir desdibujando las etiquetas que separan a los diferentes colectivos. El poder gestionar la vegetación introducida en los patios, cultivarla en el sentido estricto de la agronomía, hacer que la respete la comunidad y que se cuide, también son importantes retos.

Debates y conversaciones que poco a poco debemos ir afinando o reformulando. En estos dos años las demandas de ayuda se han ido multiplicando y las hemos ido acogiendo, coordinando y gestionando de la mejor manera que sabíamos. Toda esta información se puede consultar en la web de
Rosa Sensat1.

Patios Habitables

En 2019, con personas del grupo de Facebook «Patios habitables» (anteriormente llamado «Reinventando patios»), para dar voz al movimiento de
escuelas y personas preocupadas por la problemática de los patios, participamos a nivel estatal en la creación de la asociación Patios Habitables. Desde Facebook el grupo ha ido creciendo y ha ido definiendo una trayectoria en distintas etapas. Un eco, un llamamiento internacional, que va recuperando del olvido a los patios naturalizados, que no se consideraban parte del proyecto educativo. Se ha elaborado el Manifiesto2 «Naturaleza, juego y convivencia» que es una declaración de principios por unos espacios y entornos educativos más habitables, inclusivos y naturales. Planteando que los patios deben convertirse en lugares de socialización, de inclusión, de encuentro, de juego, de investigación y de aprendizaje. Y que deben ser lugares sostenibles y cooperativos donde poder desarrollar proyectos educativos estimulantes.

Actualmente, muchos participantes aportan su experiencia desde diferentes perspectivas para fomentar la innovación.

Seminario “Reconectar con la Naturaleza”

Recientemente también hemos participado en Segovia en la creación del grupo de trabajo “Reconectar con la naturaleza” 3 del Centro Nacional de Educación Ambiental CENEAM. Es un colectivo de personas y entidades muy diversas que están trabajando para avanzar en la difusión de las distintas prácticas de reconexión con la naturaleza. El seminario es respetuoso con los procesos y las formas de pensar, y pone de manifiesto la singularidad de cada territorio y de las personas que acompañan la transformación de sus espacios.

El Nou Safareig

Nosotros, en medio de esta tormenta de incertidumbres, hemos seguido con fuerza y convencimiento. Hemos reencontrado y hemos profundizado en la filosofía de las Escuelas de Bosque y las escuelas rurales, y hemos recuperado antiguos referentes pedagógicos que ponen en valor la necesidad para los niños de contacto con la naturaleza. El aprendizaje de la vida que les ofrece este entorno, como un museo al aire libre, creando un contexto rico en salud y en cultura, en un proyecto a largo plazo.

Hoy más que nunca, el Covid nos invita a pensar la escuela del presente, la de todos, la de las personas. Nos lleva a pensar en todos los espacios, dentro y fuera, con una visión abierta, complementaria según las necesidades que requiera cada proyecto, actividad y propuesta. Vamos encontrando herramientas para hacer posible que los aprendizajes que nacen, dentro o fuera, se consoliden en los laboratorios reflexivos y puedan documentarse. Esto requiere un equipo de maestros implicado y una organización adecuada para tener la capacidad de encontrar los recursos para trabajar en pequeños grupos, en distintos espacios y con materiales de refuerzo. Sabemos enumerar y describir las ideas básicas de lo que queremos transmitir, pero se nos hace difícil llegar a abarcar los pequeños detalles de cómo debemos adecuar tantas y distintas realidades. El día a día se construye a partir del tiempo de debate y de la reflexión al que vamos incluyendo las modificaciones pertinentes.

En nuestro blog hemos coordinado y hemos hecho entradas teniendo en cuenta todas las demandas que íbamos recibiendo. Como «Habitando los espacios del patio»4, En El Nou Safareig queremos mostrar una mirada constructiva recuperando algunas experiencias que se están realizando desde hace tiempo.

No podemos obviar la complejidad que supone toda la problemática de la pandemia y la polarización formada por tantas capas y realidades en las distintas comunidades. Hemos continuado actuando intensamente, coordinando telemáticamente, haciendo formación, charlas y acogiendo a colectivos necesitados. Todo este tiempo ha sido un tiempo de acompañamiento virtual en escuelas con las que estábamos y estamos trabajando en Cataluña, y en casi todas las autonomías del Estado5 . Esto nos ha permitido descubrir a tantas personas que nos abren miradas y nos enriquecen desde distintos puntos de vista. Hemos llevado a cabo un trabajo de campo que nos ha permitido adentrarnos en sus problemáticas y necesidades vitales de todos ellos con una perspectiva pedagógica constructiva, al calor de las relaciones sociales que tanto echamos de menos.

Estos dos últimos años hemos seguido muy de cerca y hemos participado en dos procesos importantes de las administraciones educativas: el Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña y el Consorcio de Educación de Barcelona. El Departamento de Educación inició en 2019 un proceso participativo para plantear unos nuevos criterios para la construcción de centros educativos6 . A resultas de ello se elaboró una propuesta que tiene en cuenta la participación de las comunidades educativas en las nuevas construcciones y espacios exteriores que empiezan a considerarse espacios de vida y de aprendizaje. El proyecto “Transformem els Patis”7 del Consorcio de Educación de Barcelona se empezó a implementar hace un par de años con la transformación de una docena de patios en refugios climáticos. Ahora ya está en su tercera fase de aplicación a un ritmo de quince escuelas cada año. En 2030 se prevé haber transformado todos los patios de los centros públicos de la ciudad.

Hemos aprendido. Hemos dado y recibido; compartiendo con tanta gente magnifica que nos ha escuchado ya la que hemos escuchado. Con dificultades, ensayos y errores, hemos hecho el aprendizaje de andar hacia unos objetivos explícitos desde miradas en diferentes ángulos. Hemos vivido experiencias complejas que nos han hecho situar en las diferentes demandas y deseos de los equipos de maestros, de los equipos directivos, de las AMPAS, de administraciones, de arquitectos, de jardineros, de biólogos, de antropólogos y de paisajistas. Nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene andar despacio, pero de hacerlo juntos buscando la complicidad y el deseo de participación, desde un planteamiento global. Hemos recorrido etapas que nos unen y permiten valorar lo que vamos construyendo. ¡Nos hemos dado cuenta de que equivocarse es útil si aprendemos del error!

Gratamente, hemos descubierto personas tozudamente comprometidas con la infancia. Aquí podríamos citar a muchos colectivos de ámbito interdisciplinario con fondo y riqueza de contenidos de experiencias de todas partes, pero de todos estos resaltamos el trabajo del coordinador Jorge Raedó8 experto en arte, arquitectura y educación, que desde 2016 es el director científico del proyecto «Anidar. Arquitectura y Niñez» (ARQA), en Argentina. Desde esta plataforma los lunes se organizan fantásticas entrevistas. Se conversa con gente que está agrupando pensamientos, teorías, acciones y experiencias sobre estos temas con arquitectos, biólogos, maestros, editores, literatos y artistas. Anidar nos deja en la red una serie de documentos que conforman una trama de hilos, un poso de saberes. En estas conversaciones se ha conectado con viejos y nuevos amigos, con compañeros de experiencias, encuentros y viajes. Nos hemos reencontrado y descubrimos referentes, pues no estamos inventando nada.

Jorge Raedó aglutina a todo un movimiento intergeneracional que muestra la necesidad de crear contextos ricos de contenidos que evolucionan.
No ha sido fácil pasar de pisar la escuela, de vivir directamente el pulso de la vida, de la escuela, de los niños, de los maestros, de las AMPAS, a pasar horas y horas detrás de una pantalla. A toda prisa hemos tenido que hacer un aprendizaje de comunicación virtual con emociones contradictorias. Ha habido momentos para todo: miedos, inseguridades, tristeza y alejamiento social.

Hemos ido equilibrando la balanza, flexibilizándonos, adaptándonos en la búsqueda de las muchas conexiones colectivas e individuales, utilizando nuevos y distintos lenguajes. Hemos ido a tientas buscando estrategias que poco a poco nos han dejado conocer, enlazar y comunicarnos en un contexto intercultural.

Mientras tanto, el Covid, va haciendo de las suyas y todavía está entre nosotros planteando retos a la humanidad. ¿Nos habrá ayudado a dar pasos gigantes? Dentro de este contexto debemos tener claro que no debemos caer en el descontrol. No podemos obviar que por muchas subvenciones que existan desde las administraciones los patios deben adecuarse teniendo en cuenta las consecuencias pedagógicas. Las prisas de las administraciones para justificar los gastos económicos antes de que acabe el año no deben hacernos correr sin rumbo, pues debemos tener claro que necesitamos los recursos para acompañar un desarrollo participativo. Como dice Fermin Blanco9  «quizás de este aislamiento surgirán nuevos valores y se reafirmará la importancia de la comunidad, la convivencia y la intimidad. Lo que es indudable es que es un tiempo de reflexión, un tiempo en el que hay menos ruido y, por tanto, la posibilidad de mayor claridad.»

En el balance hay claroscuros, pero estamos caminando y en este camino debemos hacer posible que podamos encontrar más orientaciones, y compromiso por parte de diferentes estamentos como son los Servicios Territoriales, los departamentos de Medio Ambiente, los Servicios Técnicos Municipales, los sindicatos y los medios de comunicación. Debe hacerse con coherencia a la tan necesitada revolución pedagógica.

Quisiéramos terminar este pequeño balance reconociendo todo este movimiento que pone en marcha un engranaje complejo pero necesario, aprendiendo todos del pasado para proyectar el futuro de unos espacios públicos vitales como pulmones verdes. Continuamos un camino. Hacemos tándem con viejos y nuevos contenidos pedagógicos y arquitectónicos para dibujar espacios de vida.

¿Podemos aprender de la experiencia de muchas comunidades? Sí, si aprendemos compartiendo. Debemos buscar la esencia del porqué y como
equipo en estos espacios. Debemos encontrar las complicidades con el compromiso de la Administración. Debemos encontrar recursos que acompañen y faciliten la formación en los centros. Estos recursos deben incidir en la estabilidad del equipo y hacer tándem con profesionales, con maestros y jardineros en plantilla y tantas otras pequeñas modificaciones que permitan el mantenimiento y la calidad de estos espacios.

Hoy, 16 de enero de 2022, los equipos humanos de las escuelas están luchando y haciendo lo imposible para adaptarse y resistir con resiliencia. Un
reconocimiento que nos deja muchos deberes a todos, pero sobre todo recordando que hace 100 años «Les Escoles del Bosc» acogieron a los niños en
tiempos de pandemia con un planteamiento renovador de calidad y de recursos para hacer una escuela de todos, y para todos, cerca de la naturaleza. Somos conscientes de que al mismo tiempo que vivimos asustados por el miedo, por las incertidumbres y por las prisas, se nos abren las puertas a las posibilidades de un espacio exterior secularmente olvidado. Debemos detenernos, serenarnos y ver hacia dónde vamos todos juntos y porqué.

Debemos anunciar a la comunidad educativa que guardamos las fuerzas en un mar calmado y acoger los retos con propuestas que identifiquen proyectos de continuidad para el dentro y el fuera como espacios educativos.

No podemos acabar sin explicaros que este curso, a finales de octubre, ya hemos podido volver a viajar y recuperar nuestra labor más genuina que es
acompañar a escuelas en su proceso de transformación del patio. En este caso ha sido en la escuela pública El Gracia de Málaga. Tiene el interesante proyecto de abrirse pedagógicamente a los espacios que ya comienzan a transformar rompiendo los cánones establecidos en los patios para ir más allá, e incluso salir del centro descubriendo los entornos de su escuela investigando diferentes prácticas y aproximaciones de reconexión con la naturaleza.

1 https://www.rosasensat.org/formacio/formacio-en-centre/el-pati-de-lescola-una-porta-oberta-al-mon/
2 https://patioshabitables.org/patios-habitables-catala/
3 https://www.miteco.gob.es/es/ceneam/grupos-de-trabajo-y-seminarios/reconexion-naturaleza/reconexion-naturaleza1.aspx
4 https://elnousafareig.org/2020/10/24/habitant-els-espais-del-pati/
5 https://elnousafareig.org/2019/10/19/mapping-camins-i-trobades/
6 https://www.arquitectes.cat/ca/arquitectura/actes/nous-espais-nous-aprenentatges
7https://www.edubcn.cat/rcs_gene/extra/05_convocatoria_unificada_programes/2021_2022/S0401_Transformem%20els%20patis_DESCRIPTIVA_2021_2022.pdf
8 https://arqa.com/agenda/charlas/ciclo-de-conversaciones-anidar-arquitectura-y-ninez.html
9 https://ciudadespospandemia.musac.es/wp-content/uploads/2021/12/MUSAC_ciudades_pospandemia_19_fermin_blanco_transcripcion_ES.pdf

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