22.9.2022
Ver o no Ver
Ver o no ver esa es la cuestión, esa ha sido la cuestión durante este tiempo de restricciones y límites.
Le Corbusier Roquebrune-Cap-Martin Cabanon © FLCSIAE L3
El observar por la ventana pasó de ser una banalidad cotidiana -para algunos- a ser el último resquicio de libertad para otros. No todos la tenemos y no todos hemos podido refugiarnos en sus proporciones.
Hemos visto a través de ellas, nos han visto, hemos sido muchas veces testigos, y otras veces víctimas, hemos mirado desde el cristal, hemos escuchado a través de él, hemos acompañado a alguien tan solo empujando los brazos hacia adelante y los codos sobre el marco, nos hemos sentidos acompañados, hemos sentido muchas veces que alguien nos ha encendido una luz y otros que nos la han apagado.
Las ventanas nos han permitido ver los límites del horizonte, los contornos de las montañas, imaginando a algún pastor descansando al lado del rebaño; nos permitieron otras veces, ver el circulo redondo y anaranjado ahogarse en el mar azul, frío y de estelas brillantes; a observar la luz del poste sobre la calle oscura y solitaria; a ser testigos de la inminente oscuridad y de cuando somos conscientes de cuando comienza a hacerse de noche: a ser parte de ese lugar de enfrente; a ver acostarse al parque entre los bloques de edificios; a dibujarle una oportunidad a alguien con el vaho sobre el cristal húmedo; a vivir un momento desde la ventana, sintiendo a veces que son muchas vidas.
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