27.4.2020

Paisaje Cultural – Travesía de Libertad Gestión de Turismo Responsable

Esta ponencia, presentada los días 2 a 4 de Octubre de 2019 en el Seminario Internacional de Patrimonio, Desarrollo y Turismo Cultural - VI Foro de Estudiantes y Jóvenes, realizado en la Ciudad de Salta, tiene por objeto conocer, valorar, conservar y manejar sustentablemente el Patrimonio Arquitectónico y Cultural de la localidad de Gaiman, Provincia del Chubut (Patagonia Argentina), con acceso justo y equitativo a sus beneficios, mediante la creación de una serie de Paisajes Culturales, proponiendo la gestión del encuentro de culturas entre originarios Tehuelches - Mapuches y otras comunidades inmigrantes.

Gestión de turismo responsable en áreas de protección patrimonial

Había una vez… hace cien años…
Un grupo de galeses que dejaron su casa y su tierra, y con sus familias
cruzaron el mar y desembarcaron en la costa del Chubut.
Aquí, donde ahora nos hablamos y miramos, las únicas voces, los únicos ojos
que vivían, eran los del tehuelche.
Junto al río sinuoso, las razas se encontraron. En la piel de unos, cantaba la
sequedad del viento y el color de la meseta; en los otros, la humedad de los
prados y el sol de los narcisos.
Y el agreste paisaje vio la paz entre los hombres.
Y hubo una colonia…
Cuyo centro donde se conservaron con más cariño las tradiciones del viejo
solar de Gales, nació con un nombre indio:
Gaiman.

Virginio Zampini, Gaiman Chubut 1965.

Esta ponencia plantea la creación de una serie de Paisajes Culturales en la localidad de Gaiman proponiendo la gestión del encuentro de culturas entre originarios Tehuelches – Mapuches y Europeos Galeses en principio, a los que se sumaron otras nacionalidades como ser: españoles, italianos, sirio-libaneses, árabes, portugueses, turcos, yugoslavos, húngaros, búlgaros, polacos, checos, rusos, alemanes, irlandeses, ingleses, franceses, griegos, croatas, chilenos, paraguayos, ecuatorianos, colombianos.

Tiene por objeto conocer, valorar, conservar y manejar sustentablemente el Patrimonio Arquitectónico y cultural de la localidad de Gaiman, Provincia del Chubut, Patagonia Argentina, con el acceso justo y equitativo a sus beneficios.

El relato histórico clásico da cuenta que hace algo más de un siglo unas 153 personas dejaron Gales para establecerse en los suelos patagónicos. De esta reconstrucción histórica, ampliamente difundida, se ha dejado de lado o marginalizado el legado de los pueblos originarios que
transitaron estas tierras. Recién hace pocos años la atención académica ha comenzado a investigar y ocuparse de la importancia del contacto.

Tanto la impronta material como la inmaterial tiene una característica distintiva propia de esta región donde conviven Capillas protestantes galesas y rogativas Tehuelches – Mapuches, con sus idiomas originales los cuales se enseñan en algunas Escuelas. Certámenes de canto y poesía, gastronomía típica (por ejemplo, el Té gales), como la riqueza de un valle productivo con un parque paleontológico, destacado como Museo al aire libre.

La metodología apuntará a determinar los elementos que debemos generar como instrumentos para impulsar la interacción socio-económica local de una manera óptima.

Los resultados deberán informar quienes serán los articuladores de los diferentes espacios culturales dentro de los paisajes a definir.

DATOS DE LA LOCALIDAD

Gaiman se encuentra en el Valle inferior del río Chubut, Patagonia Argentina. La distancia de Buenos Aires a Gaiman es de 1.450 km por la RN 3. El aeropuerto Alte. Zar de Trelew está a 20 km, donde llegan varias líneas aéreas.

Cuenta con 6.627 habitantes (INDEC, 2010), lo que representa un incremento del 10,2% frente a los 5.753 habitantes (INDEC, 2001) del censo anterior.

La estimación de la Dirección de Estadísticas y Censos del Chubut a 2019 para la localidad da una proyección de población de 7550 habitantes.

La actividad económica se basa en el cultivo de forrajes, cereales y hortalizas, la cría de ganado ovino y el desarrollo de industrias lácteas y madereras.

ASPECTOS HISTÓRICOS

La llegada de los colonos galeses a la Patagonia en 1865 es un hecho profundamente significativo dentro de la gran inmigración europea que colonizó Argentina en la segunda mitad del siglo XIX.

El mayor interés de la colonización galesa radica en que fue el primer intento exitoso de afincarse en la Patagonia argentina al sur del río Negro, y además constituyó la primera colonia instalada fuera del territorio de las catorce provincias que por entonces constituían la República Argentina.

Desde su primer establecimiento en el Valle Inferior del Chubut, los colonos galeses desencadenaron la colonización de toda la Patagonia central.

Se estima que unos 3.000 galeses se instalaron en la Patagonia entre 1865 y 1911. La cantidad de colonos galeses arribados a Chubut representó una proporción considerable dentro de una región escasamente poblada, y tuvo una influencia decisiva en la conformación definitiva del territorio y la soberanía argentina a fines del siglo XIX y comienzos del XX.

La presencia galesa resulta notable hasta hoy en la Patagonia, especialmente en el Valle Inferior del Chubut y en la zona cordillerana con ejes en Esquel y Trevelin. La estatua de Lewis Jones se erige en un lugar central del Parque Centenario de Trelew, ciudad que lleva su nombre.

El idioma galés se habla y se enseña en el Valle Inferior del Chubut y en la Cordillera, y se celebran periódicamente con éxito eventos culturales galeses como los Eisteddfod.

La lengua galesa es un aspecto fundamental de la cultura galesa, que se utiliza en los medios de difusión y se enseña en todas las escuelas de Gales.

Aproximadamente el 20% de Gales utiliza el idioma, y este número está creciendo.

El Consejo Británico en Gales apoya el desarrollo de la lengua galesa en la Provincia de Chubut, la única comunidad de habla galesa en ultramar.

Los vínculos entre Gales y los galeses patagónicos están más fuertes que nunca gracias a las nuevas tecnologías, y el vínculo afectivo, social y político entre Gales y la Patagonia se ha consolidado en este casi siglo y medio de relaciones.

El sueño de los fundadores de “una Nueva Gales en Sudamérica” –título de la obra de Lewis Jones– se cumplió largamente durante varias generaciones.

La influencia galesa sigue siendo claramente visible en el entramado de la sociedad patagónica de comienzos de siglo XXI, y un componente esencial de la cultura de nuestra provincia.

En abril de 1866 se produjo en Rawson el primer encuentro entre galeses y tehuelches, nuestros pobladores originarios. Los colonos habían pasado 9 meses esperando –y temiendo- ese momento.

El contacto inicial fue de común recelo y curiosidad. El diálogo fue por señas y mediante las pocas palabras que los colonos sabían del castellano. La comida, el pan y los gestos amistosos fueron los que sellaron la confianza.

Un modelo de convivencia que inspira nuestro futuro. Allí surgió un dispositivo de convivencia que podría haber sido un modelo para evitar situaciones de enfrentamiento entre el Estado argentino y los pueblos originarios.

El trueque de pan, bara, por carne de guanaco, se convirtió en un símbolo del encuentro de dos culturas muy distintas que por unas décadas compartieron la aventura de ser las únicas de la Patagonia central.

Las obras de Abraham Matthews, Lewis Jones y John Daniel Evans –El Molinero– constituyen grandes testimonios de los pioneros, y permiten apreciar las enormes dificultades iniciales, surgidas principalmente por la dureza del clima, la escasez de recursos y el aislamiento.

John Daniel Evans, El Molinero, escribió:

“Hemos encontrado una tierra mejor, en una lejana región del Sur en Patagonia. Allí viviremos en paz, sin miedo a traidores ni espadas”…

Loma Torta (La importancia de rescatar los enterratorios humanos en riesgo: experiencias en el nordeste de la provincia de Chubut – CENPAT –CONICET).

El sitio se encuentra en la localidad de Gaiman, sobre la cumbre del cerro Loma Torta a 110 m s.n.m. (Gómez Otero et. al. 2009). Se descubrió en 2006 debido al constante tránsito de motos que utilizaban este y otros cerros como parte de un circuito local de enduro. La denuncia fue realizada por la Sra. Clidia Muñoz, descendiente de pueblos originarios, quien advirtió sobre el alto riesgo de destrucción del enterratorio. El rescate fue llevado a cabo recién dos años después cuando se obtuvo el permiso de la Secretaría de Cultura. Los restos óseos –la mayoría en estado fragmentario- estaban dispersos en un área de 14 m x 5 m, cubriendo la cima de la loma. Se observó una importante alteración por factores naturales (erosión hídrica y eólica, raíces, madrigueras y galerías de cricétidos) y antrópicos (tránsito de las motos y evidencias de saqueo).

Se distinguieron dos sectores. El rescate de estos restos se realizó previo acuerdo entre la Secretaría de Cultura de la provincia, la Intendencia de Gaiman y la Sra. Clidia Muñoz, quien además intervino como veedora de los trabajos científicos. Solamente se levantaron los huesos expuestos, que abarcaban un tercio del sitio. Es altamente probable que haya más restos humanos en el lugar.

Es importante señalar que a partir del descubrimiento de este enterratorio se constituyó la Comunidad Mapuche-Tehuelche “Ceferino Namuncurá- Valentín Sayhueque”, cuyos integrantes, encabezados por Ricardo Romero Sayhueque, están llevando a cabo un trabajo de concientización, de conservación del sitio y de reclamo de restitución de estos restos[1]. El Municipio de Gaiman les ha cedido la Loma Torta y 17 hectáreas más donde realizan sus rogativas y proyectan construir un centro cultural. En la actualidad, luego de haber aclarado algunas situaciones, el diálogo entre el equipo de científicos y esta comunidad es sumamente constructivo.

Los estudios científicos realizados en Loma Torta, indican que este es un enterratorio múltiple, en el que se identificaron restos de 13 individuos de ambos sexos y edades variadas, los que habían sido enterrados hace alrededor de 300 a 350 años. Los restos pertenecieron a personas vinculadas culturalmente con los cazadores recolectores conocidos a partir del siglo XV como Patagones o Tehuelches. Una de las características significativas de este enterratorio, está dada por la localización de los restos mortales en una elevación destacada en el paisaje y de difícil acceso, lo que sugiere que las personas aquí sepultadas tuvieron un papel relevante en su comunidad.

OBJETO

Aunque el concepto de Paisajes Culturales ya aparece en las convenciones internacionales de 1974, y la noción de Paisaje Cultural con sus tres categorías (diseñado, de evolución, asociado) surge de la 16° Convención de UNESCO de 1992, será primero, la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2003 la que defina a los paisajes culturales como “…todas las áreas topográficas y paisajes, las obras del hombre o las obras combinados entre el hombre y la naturaleza, incluyendo parques históricos y jardines, que posean valor desde el punto de vista arqueológico, histórico, estético, etnológico o antropológico…” y luego en París, en 2005, agregará que:

“…los Paisajes Culturales son la obra combinada de la naturaleza y el hombre, que ilustran la evolución de la sociedad y los asentamientos humanos en el transcurso del tiempo, con la influencia de las restricciones físicas y/o las oportunidades presentadas por su ambiente natural y de las sucesivas fuerzas sociales, económicas y culturales”…[2]
El proyecto: Paisajes Culturales en Gaiman, propone la gestión de distintos paisajes culturales dentro del territorio comenzando con el manejo sustentable de su patrimonio arquitectónico y cultural, a partir de la consolidación de su poblamiento en un encuentro de culturas originarias y
europeas desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

Definición de Paisaje Cultural[3]

Se entiende por paisaje cultural el resultado de la acción del desarrollo de actividades humanas en un territorio concreto, cuyos componentes identificativos son:

• El sustrato natural (orografía, suelo, vegetación, agua)
• Acción humana: modificación y/o alteración de los elementos naturales y construcciones para una finalidad concreta
• Actividad desarrollada (componente funcional en relación con la economía, formas de vida, creencias, cultura…)

El paisaje cultural es una realidad compleja, integrada por componentes naturales y culturales, tangibles e intangibles, cuya combinación configura el carácter que lo identifica como tal, por ello debe abordarse desde diferentes perspectivas. Tipos de paisajes culturales, según la Convención del Patrimonio Mundial de UNESCO:

• Paisaje claramente definido, creado y diseñado intencionadamente por el ser humano. Se trata de paisajes ajardinados y parques, construidos por razones estéticas que generalmente, aunque no siempre, se encuentran asociados a edificios religiosos o monumentos de otra índole.
• Paisaje evolucionado orgánicamente, debido a un imperativo inicial de carácter social, económico, administrativo y/o religioso, y que ha evolucionado hasta su forma actual como respuesta a la adecuación a su entorno natural.

Este proceso se refleja de formas diferentes, por lo que se establecen dos subtipos:

 Paisaje vestigio (o fósil), es aquel en el que su proceso evolutivo concluyó en algún momento del pasado, pero sus rasgos característicos son todavía visibles materialmente.
 Paisaje activo, es el que conserva un papel social activo en la sociedad contemporánea asociado con el modo de vida tradicional, y cuyo proceso de evolución sigue activo.

• Paisajes culturales asociativos son aquellos en los que existen poderosas asociaciones, religiosas, artísticas o culturales con el medio natural, en lugar de pruebas culturales materiales, que pueden ser inexistentes o poco significativas.

Clasificación de paisajes culturales:

• Urbanos
• Rurales
• Arqueológicos
• Industriales

Proyecto de Plan de Paisajes Culturales
Necesidad de un Plan Nacional de Paisajes Culturales

La complejidad que encierra el paisaje cultural, no sólo por su propia esencia, que aglutina componentes de tan diversa naturaleza, sino también por el número y variedad de los agentes implicados, hace que sea necesario arbitrar los mecanismos apropiados de identificación y protección, que encuentran su marco idóneo en la elaboración de un plan nacional.

Tiene por objeto conocer, valorar, conservar y manejar sustentablemente el Patrimonio Arquitectónico y cultural de la localidad de Gaiman, Provincia del Chubut, Patagonia Argentina, con el acceso justo y equitativo a sus beneficios, donde se establecieron grupos humanos de diferentes orígenes y su forma de arraigo.

Paisaje Cultural, entendido como “el resultado de la interacción en el tiempo de las personas y el medio natural, cuya expresión es un territorio percibido y valorado por sus cualidades culturales, producto de un proceso y soporte de la identidad de una comunidad”, que no es sino la creación
de un concepto, que nos presenta el paisaje como un valor colectivo, como patrimonio de todos.

La gestión de conflictos socio-ambientales urbanos será ineludible.

Es evidente que dentro de los paisajes excepcionales quedan enmarcados los “paisajes culturales urbanos”, que bien pueden ser considerados socialmente como los más emblemáticos dentro de los históricos, aunque también son los más difíciles de conservar por la complejidad de intereses
que confluyen en ellos y que tienden a modificarlos constantemente. En todos los casos, estos paisajes son espacios de geometría variable pero de excepcional valor dentro del imaginario colectivo de los ciudadanos…[4].

Una de las dimensiones para analizar es la que plantea (Gurevich, Raquel – “Sociedades y territorios en tiempos contemporáneos [5]) es Desterritorialización-reterritorialización .

Hoy más que nunca, señala la autora, las diferencias hacen a los territorios, y sus respectivas participaciones y funciones dependen fuertemente de sus ofertas ambientales, productivas y culturales. En cada porción del planeta se revelan las posibilidades del mundo y se concretan de modo singular, según las condiciones del lugar de origen. En este sentido, podría hablarse de desterritorialización en el orden global y de reterritorialización en el orden local, considerando ambos órdenes de modo interdependiente y en un estado de integración funcional (Santos, 1996b).

La mercantilización generalizada de las relaciones sociales, la difusión de las innovaciones tecnológicas, así como la porosidad política y económica de los Estados nacionales, han conmovido fuertemente los ordenamientos de base territorial, de filiación geográfica en su sentido más restringido y, por ende, el papel de las soberanías territoriales. Los continuos movimientos por todo el mundo de personas, mercaderías, ideas, mensajes, informaciones y capital imprimen y marcan el modelado territorial: las empresas transnacionales, diseminadas por doquier; produciendo bienes y servicios, los inmigrantes, las compañías de producción artística y cultural, el turismo y los medios masivos de comunicación que llevan y traen escenas y objetos translocales a todo el planeta. Estos flujos hacen que lo nacional, lo global y lo local no permanezcan escindidos entre sí, sino que se yuxtapongan, se mezclen, se articulen.

ACCIÓN

La programación de los eventos temporales, el diseño de circuitos que abarquen los sitios patrimoniales edificados, naturales, antropológicos y paleontológicos serán los insumos para la planificación de los sistemas necesarios que contengan los puntos clave para las nuevas inversiones a encarar.

Las prioridades tendrán una definición en los costos a afrontar.

El consenso en los proyectos y la selección de los mismos formarán parte de una planificación que pueda desarrollarse con los instrumentos legales acordes a los plazos propuestos.

La preparación de la población para estos nuevos desafíos será el eje de la propuesta. Desde la educación formal a la no formal. Se elaborarán los instrumentos y protocolos para una gestión responsable y sustentable del turismo visitante.

Los riesgos de la creación de Paisajes Culturales concurrirían en el caso de un incremento del turismo que colapse los sistemas actuales (Circulatorios; Transporte; Agua potable, Electricidad, Gas natural, Internet, Telefonía), que están proporcionando una escasa respuesta, aún para la baja densidad de los actuales habitantes.

Una de los conceptos a tener en cuenta es la denominada “Capacidad de carga”[6]. La capacidad de carga turística es también un tipo de capacidad de carga ambiental; se refiere a la posibilidad biofísica y social que tiene determinado lugar para permitir un determinado flujo de personas mientras realizan una actividad turística, a la par que se mantiene el desarrollo del área y la completa satisfacción del visitante. Representa el máximo nivel de personas que un espacio físico puede soportar antes que el recurso ambiental se comience a deteriorar.

De igual manera, se puede definir la capacidad de carga ambiental como la capacidad máxima de población que permite un ecosistema para preservar con vida sus organismos (flora y fauna), mientras mantiene su productividad, adaptabilidad y capacidad de regeneración.

Determinar la capacidad de carga turística es fundamental para el desarrollo sustentable de los recursos en un destino turístico, ya que permite conocer la intensidad de uso que se les dará. De esta manera tomar decisiones sobre el manejo de sus visitantes y reducir los posibles impactos.

Para obtener la capacidad de carga de un destino, es necesaria una evaluación científica y de sentido común, mientras se analizan factores ecológicos, físicos, sociales, económicos y culturales. También se deben conocer las condiciones propias de la zona y el impacto que dejarán los visitantes en relación a las actividades que se van a realizar. La metodología más aceptada para obtener de la capacidad de carga, es la de Cifuentes (1992),
que busca establecer el número máximo de visitas que puede recibir un área protegida con base en las condiciones físicas, biológicas y de manejo que se presentan en el lugar en el momento del estudio.

Para ello, se definen 3 niveles:

1. Capacidad de Carga Física (CCF). Es la simple relación entre el espacio disponible y la cantidad de personas que lo pueden visitar durante un día, sin considerar el daño que se ocasiona. Considera factores como: el espacio disponible, el horario en que está abierto el sitio y el tiempo de visita por grupo.

2. Capacidad de Carga Real (CCR). En este caso, se lleva la capacidad de carga física a un siguiente nivel. Aquí se analiza otra serie de factores más del sitio, como son: el factor social, la vulnerabilidad del suelo, la accesibilidad, la precipitación, el brillo solar, los cierres temporales, la propensión a inundarse del terreno, entre otros.

3. Capacidad de Carga Efectiva (CCE). Es el límite máximo aceptable de personas que un lugar puede recibir sin dañarlo o afectarlo. La CCF siempre será mayor que la CCR y ésta ser mayor o igual que la CCE.

ACTOR

La construcción del Actor para la gestión integrada, será superadora de la histórica forma de actuación gubernamental.

Este aspecto será imprescindible para no repetir prácticas con resultados indelebles. La incorporación de un nuevo e innovador dispositivo interactoral, donde se reúna progresivamente a la comunidad a través de sus organizaciones tendrá la oportunidad de traspasar las distintas gestiones políticas.

La co-producción del conocimiento, pensada a través del intercambio de saberes entre “expertos” y “usuarios” está siendo considerada para la construcción de conocimiento sostenible. Lo que llevará a resultados realmente eficientes y eficaces, a través de la interconexión e intercambio de conocimiento.

Membribe, Anahí (2015):

“La vinculación entre ciencia y política, un desafío para la gestión del riego” En: Seminario Internacional sobre Ciencias Sociales y Riesgo de Desastre: un encuentro inconcluso. Buenos Aires, 15 al 17 de setiembre; 16p.)

La metodología partirá de un diagnóstico e identificación de problemas desde los cuales se construirán las propuestas, en base a la discusión entre los proveedores de información. La modalidad del Taller Participativo será el eje, desde donde se podrá organizar el Grupo Actor. La creación de nuevos Vínculos en los distintos momentos que transite el proceso será fundamental para la definición de acciones y lineamientos.

Conclusiones

La construcción del Grupo Actor que lleve adelante y en el tiempo el proyecto será el punto de partida que permitirá concretar las diversas acciones como: legislar y proteger mediante el estudio de la capacidad de carga del territorio, a fin de un manejo sustentable, tal cual lo exponemos en el
desarrollo anterior.

Este grupo actor será en primera instancia conducido por un Grupo Promotor, seleccionado de común acuerdo por las instituciones y miembros representativos de la localidad.

La metodología instrumentará herramientas tales como Talleres, definición de Informantes Clave, Grupos Focales, los que serán acompañados por el Grupo Promotor, donde se apuntará a crear los vínculos necesarios que permitan llegar a acuerdos y alianzas que esbocen las acciones necesarias para el desarrollo del Proyecto Paisajes Culturales de Gaiman.

Será clave también la definición de un Grupo Consultor que sea el encargado de incorporar los especialistas necesarios para el tratamiento de los distintos temas que lleven adelante las acciones a implementar.

Estos dos momentos en un punto del desarrollo pasaran a ser paralelos.

Notas al pie

[2] Navarro, Viviana y Ciselli, Graciela, Compaginación, Paisajes culturales y patrimonio: expresiones de la cultural territorial; – 1a ed. – Río Gallegos: Universidad Nacional de la Patagonia Austral, 2016. Libro digital, PDF – Lic. Blanco, Pablo, ESCUELA, PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y  ESTRATEGIAS PARA EL RECONOCIMIENTO DEL PAISAJE CULTURAL EN EL EJIDO DE GAIMAN. (CHUBUT), Pag 94.
[3] MINISTERIO DE CULTURA DE ESPAÑA. Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España., http://www.ehu.eus/hirigintza/images/Josemari/Paisai_Kulturalaren_definizioa.pdf
[4] M. Antonio Zárate Martín Paisajes culturales urbanos, un legado para conservar. 188 Anales de Geografía
2010, vol. 30, núm. 2 187-210 8_ZARATE:Geograf’a 29/10/2010 10:36 Página 188
[5] Gurevich, Raquel. Sociedades y territorios en tiempos contemporáneos. Una introducción a la Enseñanza de
la Geografía. Editorial CFE.
[6] Capacidad de Carga Turística de las Áreas de Uso Público del Monumento Nacional Guayabo, Costa Rica.
Miguel Cifuentes Arias Representante WWF Centroamérica.1999.

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