26.8.2020
Paciencia infinita
La sociedad contemporánea se compone de modernos esclavos con amo de diseño personalizado y forma analógica o digital de pulsera.
Segmentos aparentemente infinitos de tiempo lineal se suceden en nuestra rutina diaria de forma tangente al tiempo circular de la vida (nacimiento-muerte) sólo interrumpidos por breves períodos de tiempo simultáneo (vacaciones) en los que dejamos que la naturaleza y nuestros instintos más básico marquen otro ritmo.
Poder, riqueza y velocidad.
Con su traje preferido de urbanista, el filósofo Paul Virilio nos alertó sobre la tiranía de la velocidad y sobre cómo el poder de controlar un territorio se ejerce a través de los mensajeros, medios de transporte y de transmisión
«¿Somos los arquitectos los patéticos mensajeros de los poderosos?»
Los tiempos del urbanismo son los que transcurren desde que nos fijamos en un pacífico suelo rural hasta que queda transformado en un trazo de ciudad donde inmediatamente se clasificará como espacio público o privado, edificio, calle, plaza o algo parecido a un monótono código binario de rutinas y funcionarios.
Si los tiempos en la arquitectura son lentos, los tiempos del urbanismo son extremadamente lentos, nos decían Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla acerca de algunas de sus propuestas para Madrid, Coimbra o Pamplona, pero ello, lejos de desesperarles, resultaba una oportunidad para volver a pensar.
Mientras tanto, el desesperado ciudadano piensa que los cambios nunca llegan a producirse o producen innumerables y continuas molestias.
El factor más importante en el método residual dinámico de valoración de suelos es el tiempo, que decide si una inversión es rentable o no.
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