30.1.2023
La técnica oportuna
La construcción del Pabellón Philips para la Exposición Universal de Bruselas en 1958 revela un interesante y continuado ejercicio de confrontación.
Modelo de Xenakis | Fundación Le Corbusier, FLC ADAGP
Por un lado el pulso Xenakis – Le Corbusier, un enfrentamiento entre titanes que significaría el fin de su relación profesional;1 por otro, la construcción de un envoltorio, una suerte de tienda casi textil, ligera como las cuerdas de un piano para albergar en su interior, sin embargo, una cámara oscura, el estómago de la Ballena que habría de convocar un milagro de tan solo 480 segundos: El Poema Electrónico.
Con Le Corbusier en Chandigarh, Xenakis será el encargado de diseñar el caparazón. Basándose en sus conocimientos como compositor musical, matemático e ingeniero, Xenakis propone una envoltura estructural a base de paraboloides hiperbólicos autoportantes, una solución compleja tanto en su geometría reglada como en su concreción material.2 Los planos del proyecto se transforman en voluptuosos ejercicios de geometría descriptiva y las maquetas se hacen imprescindibles para la comprensión espacial de la propuesta.13 Sin embargo, existía un riesgo mayor que hizo peligrar la existencia misma del pabellón: su lógica constructiva.
Leé la nota completa en > VEREDES