17.5.2023
La metodología del catálogo
Bruno Zevi define el catálogo como la primera de las siete invariantes que -a su juicio- establecen los principios elementales del lenguaje moderno de la arquitectura, una réplica tardía a lo establecido por John Summerson en El lenguaje clásico de la arquitectura.
Museo de Arte Contemporáneo Siglo XXI de Kanazawa, Kanazawa 2004-5. Vía Detail
Bruno Zevi define el catálogo como la primera de las siete invariantes que -a su juicio- establecen los principios elementales del lenguaje moderno de la arquitectura, una réplica tardía a lo establecido por John Summerson en El lenguaje clásico de la arquitectura.
Resumiendo en exceso, podríamos decir que Zevi apuesta por la diversidad y especificidad de espacios y elementos arquitectónicos frente a una supuesta homogeneidad de los órdenes clásicos, estableciendo el principio genético del lenguaje moderno, un asunto de orden disciplinar elevado aquí a categoría ética:
«Fuera del proceso del catálogo, no existe arquitectura. Lo demás es fraude, clasicista o pseudomoderno: un crimen para hablar con un lenguaje apropiado».2
El catálogo y la arbitrariedad aparente
El catálogo como inventario o clasificación ordenada de objetos relacionados, pone el acento en la individualidad de cada uno de sus elementos, su especificidad en relación a su uso o disposición respecto al resto. La arquitectura tradicional, rica en la especialización de sus muros y sus huecos, niveles y dimensiones, utensilios y mobiliario, se configura -mucho antes que la arquitectura moderna- como un elogio de la desigualdad. Sus elementos, como las manos o los relámpagos,
«no son distintos, sino desiguales».3
Leé la nota completa en > VEREDES