19.3.2020
La lógica del desmontaje
Planta Prouve | Fotografía: Richard Rogers
Toda obra de arquitectura resulta en principio un ente encapsulado, un todo inalterable que recibimos en herencia para su estudio o habitación en el mejor de los casos: obras maestras nos decían, obras que pertenecen a su tiempo, como aquellos insectos primitivos primorosamente conservados en ámbar a la espera de ser descubiertos por algún estudioso en la materia. Sin embargo, en ocasiones excepcionales la arquitectura se entiende como un lenguaje en permanente proceso de revisión, un sistema abierto en continua transformación desde premisas, condiciones o intereses nuevos. Es entonces cuando -desde una lógica evolutiva- surge la adaptación como genuina herramienta de proyecto más allá de la restauración decorativa, la renovación cosmética o la simple rehabilitación conservadora.
Leé la nota completa en > VEREDES