15.9.2015
La Escuela de Arte para Niños y Jóvenes de la Universidad Nacional de Colombia, I
«El pintor no pinta lo que ve; ve lo que es capaz de pintar»
Ernst Gombrich citado por Elliot W.Eisner en su libro Cognición y currículum.
«Tigre», dibujo de un alumno de cuatro años del Jardín de Infancia de la Universidad Nacional. Realizado el 25 de agosto de 2015 durante el taller de 20 horas «El Periódico».
Introducción
Desde junio de 2015 vivo en Bogotá, Colombia. Trabajo con la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) formulando e iniciando la Escuela de Arte para Niños y Jóvenes.
Carlos Naranjo, actual Decano de la Facultad de Artes, tenía en mente crear esta escuela desde hacía años. Cuando llegó al cargo me ofreció la posibilidad de participar en su creación.
Le propuse tomar como modelo las escuelas de arte para niños y jóvenes que vi en Finlandia, donde viví cuatro años. Tal modelo tiene que adaptarse a la realidad bogotana y crear sinergias con los buenos profesionales de la educación de artes que ya trabajan en la UNAL.
Las virtudes de las escuelas de arte finlandesas:
– Son instituciones definidas y reguladas por la Ley.
– Hay un currículum nacional de artes para ellas.
– Generalmente son financiadas 2/3 por los gobiernos, la familia sólo paga 1/3.
– Los profesores suelen ser artistas especializados en pedagogía.
– En horario escolar trabajan con colegios, en horario extra-escolar recibe a los chavales que quieren aprender artes.
– Se suelen impartir varias disciplinas, fomentando que el alumno experimente en varias de ellas. A veces una escuela se especializa en una sola disciplina.
– Se trabaja con proyectos orientados por edades.
– Hay evaluaciones, mas no hay exámenes.
Todo ello hace que sean instituciones que perduren en el tiempo, más allá de los cambios políticos y caprichos de personas individuales.
Finlandia empezó a crear estas escuelas en los años 70′. Los interesados se asociaron para tener más fuerza de negociación. Tras cuatro décadas de trabajo inteligente hoy hay decenas escuelas de arte para niños en el país. Su esfuerzo también ha mejorado la educación de arte en los colegios normales. En este artículo Elisse Heinimaa explica como crearon las escuelas de arte. Y en este artículo describo Annantalo, Centro de Arte para Niños y Jóvenes del Ayuntamiento de Helsinki.
En la UNAL de Bogotá hay buenos profesionales que enseñan arte a niños y jóvenes desde hace años o décadas, como el Básico de Música que depende del Conservatorio (uno de los pocos conservatorios para niños y jóvenes de Colombia). Hay otros cursos extra-escolares, como los de arquitectura en el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother (dentro del campus) impartidos por el colectivo Lunárquicos, de música con ténica Suzuki, de artes plásticas…
En el pasado hubo excelentes proyectos para niños en la UNAL como los talleres que el Museo de Arte (también dentro del campus) hacía los sábados entre 1985 y 1995 -aprox- y que atendía unos 80 alumnos por jornada. Es significativo que toda la documentación de ese trabajo de diez años se tiró a la basura con uno de los cambios de dirección del museo.
¿Qué hacer para que la educación de artes para niños y jóvenes no sea fruto del esfuerzo solitario de unos pocos, con momentos de gran actividad y otros de casi agotamiento?
Parte de la solución es crear las Escuelas de Arte para niños y Jóvenes como instituciones con personalidad jurídica, ley, financiación y currículum básico propio. Serán barcos firmes en el océano de la educación, transmitiendo el arte a las nuevas generaciones, motivando al profesorado de los colegios, aportando nuevas experiencias a las familias.
¿Cómo lo conseguiremos? Trabajando juntos y uniendo fuerzas para alcanzar el objetivo a través de un diálogo claro con los Gobiernos pertinentes.
Evitemos actitudes negacionistas y ceguera patriota. «Lo que propones ya lo tenemos en Bogotá», he oído. Es cierto que el proyecto CLAN de la Alcaldía de Bogotá es un buen esfuerzo por acercar las artes a los niños, mas no es suficiente en su alcance y tiene desajustes en su implantación. En realidad no funcionan como escuelas de arte para niños, sino como proveedores de actividades con el fin de alargar la jornada escolar a 40 horas semanales. Ahora es el momento de mejorar la implatación del proyecto. ¿Sucederá? Bogotá cambiará de alcalde antes de final de 2015 y es probable que el nuevo elimine el proyecto CLAN, como otras veces pasó con buenos proyectos educativos como «Bogotá es tuya» dirigido por el arquitecto Jorge Espinel.
También oigo en la UNAL cosas como: «La Escuela que propones ya la teníamos, ya la tenemos, ya la estamos preparando desde hace tiempo«. No es cierto. Lo único que se parece algo a lo que proponemos es el Básico de Música por su alcance educativo, aunque usamos metodologías pedagógicas distintas. Las demás iniciativas, todas válidas y loables, son pasajeras e insuficientes.
Por ejemplo, plantear una escuela de arte para niños como «proyecto de extensión» (modalidad de proyectos no académicos ni de investigación que hay en las universidades de Colombia, y donde la universidad se lleva el 30% -aprox- de los ingresos), es inapropiado pues los precios de los cursos de extensión suelen superar los 600 mil pesos, y el salario mínimo en Colombia ronda los 600 mil pesos.
¿Es lógico que una universidad pública, como lo es la UNAL, ofrezca cursos a esos precios dejándolos fuera del alcance de más de la mitad de las familas bogotanas? No. Me explican que hay proyectos de extensión «gratis». Bien, estudiémoslos, mas la «caridad» no es la solución.
La Escuela que proponemos es un servicio para todas las familias y todos los colegios de Bogotá. La financiación óptima de La Escuela es 2/3 cubierto por los gobiernos o patrocinio privado, 1/3 cubierto por las familias.
Si Finlandia lleva décadas de adelanto en educación de arte para niños y jóvenes respecto a la mayoría de los países, habiendo creado instituciones que funcionan ¿por qué no aprender de ella?
La educación de arte para niños y jóvenes es una necesidad vital para la sociedad. A través del arte los niños crecen orgánicamente, en armonía con la naturaleza y la sociedad, en sintonía con la tradición y la historia.
Vídeo experimental creado por los alumnos de Tercero del colegio IPARM de la UNAL, dentro del taller de 40 horas donde los chavales crean el cortometraje «Los Secretos de la Dulcería». Estreno mundial: 20 de noviembre de 2015.
Este artículo consta de 5 partes:
– Introducción
– 1. Diseño de la Escuela de Arte para Niños y Jóvenes
– 2. Organización de la Escuela de Arte para Niños y Jóvenes
– 3. Proyectos de la Escuela de Arte para Niños y Jóvenes
– Epílogo
Leelo completo acá > http://bit.ly/1UTcFhQ