La ciudad, lo mejor que tenemos

Se trata de tierras ubicadas en el corredor norte de nuestra Ciudad Autónoma sobre la costa del Río de la Plata, pero pertenecientes a la Nación, tierras públicas de uso público actualmente administradas por el puerto de Buenos Aires.

Quiero manifestar mi total desacuerdo con la forma y la metodología que sienta precedentes a futuros emprendimientos que eluden procedimientos de consulta ciudadana, cumplimientos normativos y reglamentarios en vigencia, que carecen de control sobre el impacto urbano y ambiental y que desconocen el esfuerzo ciudadano y del Gobierno de la Ciudad para recuperar la costa y el paisaje urbano de Buenos Aires para todos.

Grave precedente si consideramos que la Nación tiene bajo su control la mayor superficie de tierra disponible de la Ciudad.

No es en contra del progreso que nos opongamos a estos arbitrarios e inconsultos procedimientos, las ciudades cambian, mutan se transforman y son testimonio tangible de lo que fuimos y somos. Las ciudades son nuestro patrimonio más valioso y los ciudadanos debemos protegerlo.
Es a contrapelo de la historia que pueda suceder lo que esta noticia anticipa: que existan emprendimientos impulsados por el Estado Nacional que sustenten desde y exclusiva lógica mercantil el privatizar sectores de la Ciudad que son y deben ser de uso público. Esta historia ya la vivimos.

Recordemos el avance reciente de un proyecto privado para el Correo Central, que se logró revertir a tiempo y convertirlo en una consulta popular y próximamente en un posible Concurso Nacional de Anteproyectos. Recordemos Puerto Madero, Retiro, Aero-isla y tantos proyectos donde los intereses particulares excluyentes fueron doblegados por el reclamo público y la acción de las instituciones representativas mediante mecanismos de consulta, debate, consensos y de mecanismos reconocidos que permitan estudiar las mejores propuestas para resolver un necesidad determinada.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es lo mejor que tenemos, para defenderla necesitamos urgente resolver la aprobación de su Plan Estratégico, tener vigente un Plan Urbano Ambiental y sentarse a resolver definitivamente que hacer con las tierras en poder de la Nación dentro del perímetro de la Ciudad, la ausencia de estos instrumentos legales – administrativos , permite que estos grupos con enorme poder económico y capacidad de lobby operen basados exclusivamente en la lógica del mercado y que ya sabemos garantiza buenos negocios (para ellos) y pésimas ciudades (para nosotros).

Daniel Silberfaden
Presidente Sociedad Central de Arquitectos