9.5.2007

Factoría del arte

Publicado en el suplemento ABC de las Artes y las Letras El proyecto de creación del C4 Centro Creación Contemporánea de Córdoba se gestó durante 2005. En el marco de las jornadas 'Un espacio para el nuevo arte' -celebradas en la ciudad en marzo de ese año- participantes procedentes del ámbito de la teoría del arte contemporáneo y de la gestión de centros artísticos con el peso específico de Peter Weibel, José Luís Brea, Anne Nigten y Heiner Holtappels y artistas como Marie-Jo Le Fontaine y Marcellí Antúnez debatieron y presentaron experiencias que pudieran servir como referencia para la creación del nuevo espacio de arte.

La reflexión acerca de las conclusiones brindadas por estas jornadas constituyó la base para formular la convocatoria del concurso de ideas para el nuevo edificio que finalmente se dirimió entre las propuestas de Cruz y Ortiz, Nieto y Sobejano, Dominique Perrault, Coop Himmelb(l)au y Zaha Hadid.

Fue el proyecto presentado por Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano el unánimemente elegido por el jurado para ser el edificio del Centro de Creación de Córdoba. El edificio comenzará a construirse el próximo otoño. Se ubicará en el Parque de Miraflores: punto urbano crucial en la renovación y modernización de la ciudad sito en una zona de borde, físicamente marcada por el cruce del río, dividiendo el casco histórico y la zona urbana en expansión del que ya forman parte actuaciones urbanísticas remarcables: el Balcón del Guadalquivir de Juan Navarro Baldeweg, las intervenciones de Juan Cuenca en el Parque y la Puerta y entorno del Puente, la construcción del Puente de Miraflores y el controvertido Palacio del Sur de Rem Koolhaas.

Para Nieto y Sobejano este proyecto constituye una continuidad en el desarrollo de un lenguaje arquitectónico propio que asienta su fundamento teórico en la indagación acerca de la metáfora, la memoria y la narratividad que reviste a su obra construida de una sensibilidad poética mediante la cual lo plenamente contemporáneo establece un vínculo con todas las dimensiones que conforman la existencia de un lugar. «La arquitectura se nutre constantemente de imágenes ocultas en nuestra memoria, ideas que en algún instante se tornan nítidas y claras e indican inesperadamente el inicio de un proyecto. Tal vez por ello el eco de la cultura hispano-musulmana latente aún en Córdoba haya supuesto inconscientemente algo más que una nota al margen en nuestra propuesta», apuntan al comenzar la descripción de este proyecto.

Su sensibilidad inteligente queda patente en su opción por buscar comprender e interpretar el sustrato de ese fuerte eco que resuena en el espíritu de la ciudad. Su actitud mental les ha permitido concebir este edificio trascendiendo absolutamente cualquier banalización folklorista de lo iconográfico, evitando que ese aspecto crucial en la identidad de Córdoba quedase expresado en el edificio mediante una mera imitación de formas u ornamentos. Profundizan a la búsqueda de las leyes geométricas que permitieron en el pasado a los artistas, artesanos y alarifes cordobeses generar morfologías, espacios, motivos ornamentales? y los ritmos narrativos que rigen ciertas estructuras literarias islámicas, comprendiendo que esas leyes son las herramientas con las que se construyen productos que reflejan un modo de imaginación de la realidad. Y es esta noción la que imbuye a este proyecto de la profunda solidez conceptual que lo hace ser un edificio perfectamente adecuado para comportarse con la versatilidad que su programa demandará y constituir un elemento arquitectónico arraigado en su tiempo y en su lugar.

«Imaginamos un edificio estrechamente vinculado a un lugar y a una lejana memoria, en el que cada espacio se configura individualmente, a un tiempo que es susceptible de transformarse y expandirse en secuencias de diferentes dimensiones, usos y cualidades espaciales», explican. La planta fue diseñada a partir de un sistema: un patrón geométrico originado en una forma hexagonal, que contendrá a su vez tres tipos diferentes de salas, de 150 m2, 90 m2, y 60 m2. Como un juego combinatorio, las permutaciones de estos tres recintos generarán secuencias de distintas salas que pueden llegar a configurar un único espacio de exposición. Planteando un funcionamiento comparable al sistema de las estructuras literarias islámicas – «que incluían un relato dentro de otro, dentro de otro? -una historia sin fin-» -no tratan de que existan diferenciaciones estrictas entre los diferentes ámbitos que cobijará el edificio (laboratorios, talleres, salas de exposición, salón de actos?) evitando la centralización del edificio y permitiendo que su flexibilidad para albergar diferentes formatos de actividades sea máxima.

«En él confluirán artistas, visitantes, expertos, investigadores, curiosos, como en un contemporáneo zoco cultural, sin jerarquías espaciales evidentes» dicen Nieto y Sobejano.

Buscando el reflejo del edificio en el agua del Guadalquivir, la fachada encarada al río constituirá el elemento protagonista del exterior del centro. Se ha concebido como una pantalla perforada por multitud de huecos circulares tras los que se instalarán lámparas monocromáticas en rojo, verde y azul. Un programa informático diseñado por el equipo berlinés Realities: United (www.realities-united.de) producirá señales de video que generarán imágenes, textos o colores que encontrarán su reflejo en la lámina de agua del río.

En el C4 Centro de Creación Contemporánea de Córdoba se presentan tres factores claves para la arquitectura actual: la necesidad de un diálogo entre el edificio y el contexto total del lugar, estableciendo éste a partir de una aproximación metafórica y sublimadora del hecho cultural específico; la definición esencial de edificios de esta naturaleza como catalizadores sociales, un aspecto que ha venido siendo denostado por la prepotencia megalómana de ciertos arquitectos, para quienes prima la espectacularidad formal sobre esta dimensión; y el desarrollo de una arquitectura acorde con el estado de desarrollo real de la tecnología digital, hibridándose ambas de forma que la tecnología no se reduzca a ser un mero hecho decorativo o una especulación inviable.

Con este edificio, Nieto y Sobejano evidencia una superación del trauma del efecto-Guggenheim y de la forzada homogeneidad que imponen las dinámicas globalizadoras. El Centro de Creación Contemporánea de Córdoba demuestra cómo la arquitectura desear quedar exenta de la obligación de crear edificios que representen íconos de una ciudad, prefiriendo establecer la búsqueda de nuevas formas de integrarse dentro de la urbe para actuar al servicio de cada individuo.

Para poder subir obras es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder solicitar la creación de un grupo es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder guardar en favoritos es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder valorar obras es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder agregar a este usuario a tu red de contactos es necesario que acceder con una cuenta ARQA

Para poder enviarle un mensaje a este usuario es necesario que acceder con una cuenta ARQA

Ir a la barra de herramientas