7.10.2020
Entrevista a Nikos Salíngaros por Irina Bembel
Nikos A. Salingaros es un destacado teórico de arquitectura y planeación urbana, reconocido especialista en física matemática, y colaborador desde hace mucho tiempo de Christopher Alexander (autor de “Lenguaje de Patrones” y muchas obras reconocidas).
Recientemente dos de sus libros fueron traducidos al ruso atrayendo la atención de expertos inmediatamente: “Anti-arquitectura y Deconstrucción” y “Diseño Algorítmico Sustentable: 12 Lecciones en Arquitectura”. Su rechazo tajante a la arquitectura moderna no es solo crítica emocional, es una posición consistente basado en hechos científicos de física, matemáticas, psicología, percepción visual, y teoría y práctica de la arquitectura. Además, Salingaros establece un vínculo entre arquitectura y religión, unión que ha desaparecido del horizonte de los arquitectos y teóricos del siglo XX.
Irina Bembel, editora en jefe de la revista Kapitel: En el víideo reporte que hizo para la conferencia en San Petersburgo, usted menciona la introducción de una herramienta nueva y revolucionaria que evalúa el impacto antropogénico de la arquitectura. ¿Cómo funciona ésta herramienta?
Tiene que ver con software de simulación de seguimiento de la vista que utiliza programas de cómputo para predecir en qué dirección el ojo escaneará una imagen durante los primeros segundos en que la observa. El pionero de estos avances fue el científico ruso Alfred Lukyanovich Yarbus en los años 1950s y 1960s. Hoy utilizamos una simple foto y un software de la compañía 3M. Este artículo que escribí con Ann Sussman explica el método:
https://www.mdpi.com/2413-8851/4/2/26
En las fachadas de edificios tradicionales, muchas simetrías atraen al ojo. Por tal motivo, al verlos os primeros segundos nos mantenemos dentro del contorno del edificio (indicado por los puntos anaranjados). En cambio, las fachadas contemporáneas repelen al ojo, provocando que la vista se mantiene más bien en algún lado de la orilla del edificio. Inconscientemente las personas negamos mirar edificios modernos, porque su diseño genera un conflicto con el aparato neurológico mamífero. El diseño o “innovación” ha tomado una dirección equivocada hacia lo inhumano y lo antinatural. Esta simple herramienta de diagnóstico desacredita a la “teoría arquitectónica” que se enseña actualmente en nuestras escuelas, que es incapaz de explicar y predecir las reacciones de los seres humanos a sus superficies y figuras.
Leé la entrevista completa en > VEREDES