5.6.2023
Despojar el habitar
Al final no somos quienes construimos el habitar, solo lo hemos despojado de la mente, lo hemos exorcizado de la memoria para obtenerlo y con ello jugamos hasta obtener unos límites deseables guardado en nuestros sueños.
Villa Müller, 1928- 1930, Adolf Loos, Praga | Fuente: rjaviersar.wordpress.com
El sueño del habitar se hace visible cuando comenzamos a construir el recinto de nuestras experiencias, es cuando aparecen esas voluntades del alma que buscan un lugar desde donde descansar; el sueño de habitar aparece luminosamente entre los claroscuros del fragmento de algo a fin de revelar su origen, se atreve a provocar, e insinuar la aparición de alguna costumbre incluso antes de que aparezca, intenta revelarse ante la incapacidad del espacio por demostrar su corta y quizás efímera existencia.
Habitar es pensar que ella nos hará aparecer como sujetos, que nos tocará -en cada instante- para darle sentido a nuestros quehaceres.
Somos algo bajo el pretexto del espacio, somos algo cuando él nos señala, somos finalmente lo que ocupamos, somos ese espacio que a su vez da cuenta de nosotros. La nada ya no es la nada porque ella ha sido capaz de escuchar nuestros secretos.
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