13.5.2015
Descentrar y multiplicar
El primer gran mérito de la BIA-AR es haber traído a Argentina a cuatro fantásticos de la arquitectura mundial, dos de ellos ganadores del premio Pritzker.
El segundo es haber conseguido que viajen un poco más aún, para llegar a Córdoba en vez de quedarse en Buenos Aires. Y el tercero, pero no menos importante, es haber desplegado una extensa red de arquitectos curadores y conceptos organizadores, antes que una única voz autora y una única idea rectora. Eso decantó en una selección más plural, en la que hubo lugar para nuevos estudios, además de los consagrados. Sorprende tanta densidad de información, cubriendo tanta extensión territorial, con la presencia de tanta cantidad de figuras nacionales e internacionales.
Además de los oradores magistrales y de los directores y autoridades, contribuyeron a la bienal dieciséis curadores de sección que seleccionaron 151 obras en exposición, a la que asistieron más de seis mil concurrentes entre las tres fechas que cubrió el evento. El Orfeo Superdomo de Córdoba fue el escenario para la exposición y las charlas de los primeros dos días, organizadas a partir de los ejes temáticos: “Políticas de oficio, tradición e innovación”; “Técnica, artesanía e industria”; “Sustentabilidad física y social”; y “Paisaje y ciudad”. Las charlas magistrales de Patxi Mangado, Paulo Mendes da Rocha, Anne Lacaton y Kazujo Sejima estaban organizadas respectivamente bajo esa perspectiva.
El arquitecto español mostró sus obras realizadas con una gran atención al contexto, entre las que se destacó el pabellón español para la Expo Zaragoza 2008, cuyo tema era el agua. Por su parte, Mendes da Rocha presentó su arquitectura definiéndola como humanista, destacándose el “Cais das Artes”, diseñado junto con METRO en Espirito Santo (Brasil), un gran edificio de hormigón que se eleva sobre pilares para liberar el horizonte y así no interrumpir la vista del paso de los barcos por el río Santa María en la desembocadura en el Atlántico. El segundo día, Anne Lacaton presentó la obra del estudio que comparte con Philippe Vassal, con quien diseña pensando siempre en ofrecer más espacio de uso a cambio de un poco menos de lujo en las terminaciones; por caso, que por el mismo dinero la función de aislación la cumplan espacios de transición utilizables, como galerías, balcones o jardines de invierno.
Cerrando el ciclo, Sejima (socia de SANAA) mostró una combinación de conceptos claros y potentes, traducidos en edificios que además muestran resoluciones elegantes y pensadas hasta el detalle. Expuso la evolución de la relación de su arquitectura con la naturaleza a lo largo de los últimos diez años de su trabajo (ver al pie). Antes de cada charla, el grupo de curadores de la sección introducía los ejes temáticos, anunciaba a los estudios seleccionados para la exposición y presentaba a la oradora magistral. Una vez concluida la presentación, se daba lugar al debate a través de una extensa ronda de preguntas enviadas por críticos, periodistas, colegas, empresas patrocinadoras y también estudiantes. La BIA-AR presentó la producción actual de arquitectura argentina de manera diversa y multiplicada en todo el territorio y combinada en abordajes proyectuales muy disímiles.
En paralelo a las charlas-debate se montó la exposición, también reflejada en un exhaustivo libro-catálogo que conserva el espíritu amplio y colaborativo, privilegiando el pensamiento arquitectónico por sobre la fotogenia de las realizaciones; y a la vez igualando en relevancia las obras y los proyectos; la micro y la macro escala. Pero la descentralización no fue solo geográfica, también el grupo curatorial descentralizó en varios equipos la elección de los estudios premiados, y abrió a un público amplio la posibilidad de interpelar a sus ídolos mediante la invención de un sistema “científico” BIA-AR.
BIA-AR. Bienal Internacional de Arquitectura de Argentina
Fechas: 12, 13 y 14 de noviembre
Sedes: Orfeo Superdomo de Córdoba y Teatro Gran Rex de Buenos Aires, Argentina
Convocada por: FADEA (Federación Argentina de Entidades de Arquitectos)
Organizadores: CA (Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba) y ARQA (Comunidad Abierta de Arquitectura, Diseño y Construcción, en colaboración con AE internacional, con SCALAE).
Dirección general y científica: Alberto Gorbatt y Félix Arranz
Dirección museográfica: Hernán Bisman y Pablo Engelman
Curadores generales: Sara Gramática, Rafael Iglesia y Daniel Silberfaden
Curadores de sección: Claudio Ferrari, Juan Manuel Filice, Cristian Nanzer y Marcelo Villafañe (políticas de oficio, tradición e inovación); Roberto Busnelli, Nicolás Campodónico, Santiago Viale Lescano y Marina Villelabeitía (técnica, artesanía e industria); Liliana De Benito, Gustavo Diéguez, Martín Fourcade y Leonardo Lotopolsky (sustentabilidad física y social); Ricardo Blinder, Gerardo Caballero, Adolfo Mondejar y Diego Schmukler (paisaje y ciudad).
La rutina de Kazuyo: Naturalmente Sejima
La cotidianeidad de Kazuyo Sejima incluye tanto regar su limonero, su manzano, su arándano y su naranjo chino al volver del estudio cerca de
medianoche, así como un viaje mensual al exterior.
En el mes de noviembre le tocó el turno a Argentina. Kazuyo parte de Japón con destino a Buenos Aires. Viaja acompañada de su asistente Furuya. Llega a Buenos Aires el día martes 11 de noviembre, luego de treinta y seis horas de viaje con una última escala en Nueva York. La esperan en Ezeiza un cartel impreso con su nombre y unas seis mil personas en los encuentros de Córdoba y Buenos Aires. En el aeropuerto nadie la reconoce, pero en el mundo de la arquitectura todos saben quién es.
Día 1-miércoles 12: Kazuyo parece disfrutar tanto de la arquitectura como de la naturaleza. Su asistente tiene una carpeta con obras que Kazuyo desea visitar en el país: la Casa Curuchet, obras de Clorindo Testa. Aunque no hay tiempo de llegar a la casa de Le Corbusier, recorre la zona cercana al hotel Alvear donde se hospeda. Camina por Recoleta (el Cementerio, la Biblioteca Nacional, Plaza Francia) observando todos los detalles, las plantas, los jacarandás, las flores.
Día 2-jueves 13: Kazuyo viaja a Córdoba. Aprovecha el receso del almuerzo para recorrer la ciudad. Luego de su presentación, el público se abalanza sobre ella y le pide que firme catálogos de la Bienal.
Día 3-viernes 14: Kazuyo vuelve a Buenos Aires. Por la mañana, personal de la embajada de Japón la lleva a recorrer San Telmo y Fundación Proa. Ya en el Gran Rex, algunos la encuentran sola en el foyer del teatro. Todos quieren sacarse una selfie con ella o pedirle un autógrafo. Tras bambalinas, modifica por segunda vez su «La rutina de Kazuyo: Naturalmente Sejima» presentación de power point. Extremadamente nerviosa, se sienta en un sillón y pregunta a una de las traductoras si el público que colma la sala sabe que Toyo Ito no estará presente y que en su lugar aparecerá ella. La respuesta es inequívoca: las tres mil personas vinieron a verla a ella. Kazuyo sale del teatro por una puerta trasera y se dirige a la Librería del Ateneo de la avenida Santa Fe donde pide un libro de botánica. Kazuyo vive en esa combinación delicada entre lo sensible, la naturaleza y la rigurosidad. Y parece que es en la naturaleza donde se siente a gusto, dondequiera que esté en el mundo. Al día siguiente, viaja a Chile por una corta estadía donde visitará el proyecto 8 al cuboversión 3. Volará después a Nueva York, donde permanecerá por cuatro días más, para finalmente volver a Tokio para regar sus plantas.
Agradecemos la colaboración de las arquitectas Myriam Heredia e Isabela León Cesín para esta nota.
Más información > http://biaar.com/
Fuente > http://www.summamas.com/