11.3.2022
Big in the little
En el campo de la arquitectura la década de los años 60 es un auténtico bullicio de ideas, de utópicas propuestas y de talento centrado en mejorar el mundo.
Un detalle de la exposición CLIPSTAMPFOLD, en el CCA, The Canadian Centre for Architecture
Es fascinante observar como en muchas partes del mundo simultáneamente, la energía se desborda y la implicación de cientos de profesionales en la construcción de una nueva visión y una nueva voz, estructura una autentica telaraña de postulados revolucionarios.
Estas nuevas consignas celebran el fin de un Movimiento Moderno excesivamente rígido, convertido ya en un cadáver exquisito, y apuestan por la apertura a nuevas inquietudes intelectuales parejas a los movimientos contraculturales que surgen como corriente por doquier. Las profundas transformaciones de nuevos modelos de pensamiento y un cierto ruido de fondo que supone una re-visita a Marx en lo sociológico y a la experimentación hedonista de la vida en lo sensual, generan un estado de excitación permanente.
Todas las nuevas teorías, todas las nuevas ideas, todas las nuevas utopías, suponen una gasolina de altísimo octanaje que debe encontrar una salida, una voz. En la década de los 60 y bien entrado los 70 se produce una auténtica explosión editorial de decenas de nuevas publicaciones y antiguas cabeceras refundadas. Alrededor de los actores protagonistas de la época, de las escuelas de arquitectura, cerca de algunos despachos influyentes, surgen iniciativas editoriales de altísima ambición y magra economía la mayor de las veces. Aún así la flor y nata del pensamiento y la acción arquitectónica se involucra en múltiples iniciativas que tienen como objetivo común, construir la nueva voz de un nuevo mundo en proceso de invención.
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