Antonio Amado y la historia del coche que soñó Le Corbusier

“El automóvil ha anulado por completo nuestras viejas ideas de la planificación urbana «, escribió Le Corbusier en 1924. Él fue uno de los primeros en vincular directamente a la producción de automóviles y edificios, como muchos de sus contemporáneos, vio el automóvil como símbolo de la modernidad.

Le Corbusier, continuó: «“Si las casas estuviesen construidas industrialmente, en serie, como los chasis de los automóviles, la estética se formularía con una precisión sorprendente”. Se mostró especialmente preocupado con el perfeccionamiento de diseño de los coches a través de la utilidad y la forma. Así, en 1936, con la ayuda de su primo Pierre Jeanneret, el arquitecto diseñó lo que él señaló como «un vehículo minimalista para la máxima funcionalidad ‘- la mínima Voiture.

Le Corbusier, que definía la casa como “una máquina para vivir”, estaba fascinado –incluso obsesionado-, por otro tipo de máquina, el automóvil. Sus escritos estaban repletos de referencias a los autos:, como proponía en “Hacia una arquitectura”. En su “etapa blanca” de los años veinte y treinta, insistió en que sus edificios fuesen fotografiados con un moderno automóvil en primer plano. En 1936, Le Corbusier fue más allá del marco teórico, participando (con su primo Pierre Jeanneret) en un concurso de diseño de automóviles, presentando los planos de “un vehículo mínimo con una funcionalidad máxima”, el Voiture Minimum. A pesar de la tenaz promoción de su diseño, dirigida a varios importantes fabricantes de automóviles, el Voiture Minimum nunca fue producido en serie. El libro de Antonio Amado es el primero en contar la completa y auténtica historia de la aventura de Le Corbusier en el diseño de automóviles.

Escrito por el arquitecto español de la Universidad de La Coruña, profesor Antonio Amado, Voiture mínima: Le Corbusier y los documentos del automóvil de este proyecto, así como el amor de toda la vida del arquitecto y la participación con el coche. El libro también explora otras ideas sobre los coches y la movilidad en este punto crucial en la historia.

Amado es un narrador natural y teje una narrativa más encantador que nos lleva a la historia de un mínimo de Voiture. El viaje incluye una breve historia del inventor francés y Gabriel Voisin empresario cuya vanguardia para el transporte de las ideas minimalistas, como el Biscooter, iban a hacer una impresión duradera sobre Le Corbusier.

El Biscooter es casi anti-diseño de tres plazas, nunca hizo un llamamiento a la opinión pública francesa cuando fue presentado en el Salón de París 1949. Lo hizo, sin embargo, llegar a ser justo para después de la guerra civil España, y posteriormente fue fabricado allí bajo el nombre de Biscuter-Voisin, permaneciendo en producción durante casi diez años.

También nos enteramos de la participación de otros arquitectos claves con el automóvil en el contexto de las dos ideas de urbanismo y el diseño del automóvil. Hay capítulos dedicados a Joseph Maria Olbrich, Adolf Loos, Walter Gropius, Jean Prouvé, Buckminster Fuller y Frank Lloyd Wright – todo bien ilustrado para capturar el espíritu de la época.

El autor incluso dedica tiempo para el diseño del coche entre las dos guerras, la exploración de las tendencias clave en el diseño del automóvil, fundamentalmente el impacto de la aerodinámica y la estética americana, así como la historia de Volkswagen ‘coche del pueblo’, el escarabajo.

Dicho sea de paso, Le Corbusier afirmaba que su mínima Voiture inspiró el emblemático coche alemán, diciendo que su diseño para el concurso 1936 SIA se originó en 1928, mucho antes de Ferdinand Porsche, presento el escarabajo. Amado, sin embargo, refuta esto, lo que sugiere que, de hecho, la influencia puede haber sido al revés.

Los capítulos sobre la mínima Voiture están profusamente ilustrados y documentados exhaustivamente, contienen copias de las cartas originales escritas por Le Corbusier para varios fabricantes de automóviles con energía la promoción de su coche, propuesta tras propuesta, y un sinfín de bocetos que finalmente conducen al diseño final.