18.11.2007
isla artificial en la Malva-rosa
Valencia tendrá su primera isla artificial similar a las que se construyen en Dubai [Emiratos Árabes]. La encargada de este macroproyecto, bautizado como Isla Luna de Valencia, es la inmobiliaria valenciana Grupo Redis 6 y se construirá a un kilómetro de la ciudad y frente a la Malva-rosa. El proyecto se presentará esta semana en la Feria inmobiliaria Urbe Desarrollo y pretender ser un icono, capaz de atraer turistas, y una prolongación de la nueva marina.
La isla artificial contará con un kilómetro de diámetro y 1,8 millones de metros cuadrados de superficie, del cual el 60 por cien serán canales de agua interiores. Y pretende aprovechar el tirón de la Copa América y la Formula 1, para poder ganarse la confianza de políticos y ciudadanos. Pero la ley de Costas prohíbe construir si no hay un interés comunitario, y partiendo de la base de que un proyecto como este, para que sea viable económicamente, estará enfocado principalmente a personas con alto poder adquisitivo, el interés comunitario y social difícilmente está justificado.
Según el autor de este proyecto, no se trata de ganar metros al mar para edificar, sino de crear un barrio más para la ciudad, con edificios de interés público y atractivo turístico. Con lo que el estado debería otorgar la concesión para sacar adelante este proyecto, para el cual se ha fijado en 2020 la fecha de finalización de las obras, en caso de empezar ahora.
En cuanto a los datos económicos se cifran en 5.000 millones de euros los costes de partida [incluidos los edificios dotacionales, que serían el pago a cambio de la concesión].
Entre otros servicios, las viviendas dispondrán de amarres en la puerta, aunque la inmobiliaria defiende que no se trata de un barrio exclusivo para ricos ociosos con barco, sino un barrio como cualquier otro¿?, que además contempla la construcción de viviendas de VPO¿?, amarres para dos curceros de superlujo y barcos de 50 metros de eslora.
Aunque una parte importante del proyecto está enfocado para los amantes de la vela, dos tercios de la superficie están destinados a captar turistas y visitantes, mediante la incorporación de museos, polideportivos, un oceanográfico, un campo de golf, concesionarios, centros comerciales,… y un largo etcétera de servicios que hagan atractiva esta nueva oferta de ocio.
No se porqué, pero esto ya me suena y no muy lejos de aquí.
La isla artificial contará con un kilómetro de diámetro y 1,8 millones de metros cuadrados de superficie, del cual el 60 por cien serán canales de agua interiores. Y pretende aprovechar el tirón de la Copa América y la Formula 1, para poder ganarse la confianza de políticos y ciudadanos. Pero la ley de Costas prohíbe construir si no hay un interés comunitario, y partiendo de la base de que un proyecto como este, para que sea viable económicamente, estará enfocado principalmente a personas con alto poder adquisitivo, el interés comunitario y social difícilmente está justificado.
Según el autor de este proyecto, no se trata de ganar metros al mar para edificar, sino de crear un barrio más para la ciudad, con edificios de interés público y atractivo turístico. Con lo que el estado debería otorgar la concesión para sacar adelante este proyecto, para el cual se ha fijado en 2020 la fecha de finalización de las obras, en caso de empezar ahora.
En cuanto a los datos económicos se cifran en 5.000 millones de euros los costes de partida [incluidos los edificios dotacionales, que serían el pago a cambio de la concesión].
Entre otros servicios, las viviendas dispondrán de amarres en la puerta, aunque la inmobiliaria defiende que no se trata de un barrio exclusivo para ricos ociosos con barco, sino un barrio como cualquier otro¿?, que además contempla la construcción de viviendas de VPO¿?, amarres para dos curceros de superlujo y barcos de 50 metros de eslora.
Aunque una parte importante del proyecto está enfocado para los amantes de la vela, dos tercios de la superficie están destinados a captar turistas y visitantes, mediante la incorporación de museos, polideportivos, un oceanográfico, un campo de golf, concesionarios, centros comerciales,… y un largo etcétera de servicios que hagan atractiva esta nueva oferta de ocio.
No se porqué, pero esto ya me suena y no muy lejos de aquí.
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