Grao verde y peatonal versus F-1

El futuro del barrio del Grao parece ser que no será tan verde y peatonal como se anunciaba en los proyectos ganadores ex-aequo del concurso de ideas para la Marina Real Juan Carlos I. José María Tomás, el encargado de fusionar el proyecto de Jean Nouvel y GMP, anunció ayer a la cadena SER que el objetivo principal del proyecto era el de liberar el máximo de suelo posible para dar mayor protagonismo a las zonas verdes y peatonales, mediante edificaciones puntuales y en altura. Pero la irrupción del circuito de Fórmula 1, ha complicado la integración de ambos proyectos, debido a las exigencias por parte de la Consellería de Infraestructuras y del Ayuntamiento en cuanto a la apertura de avenidas de doble sentido y de 30 metros de sección.
La discusión se centra en si se debe dar prioridad a las zonas verdes y espacios públicos, tal y como se defienden en los proyectos de Nouvel y GMP o plegarse a las exigencias del circuito de Formula 1 y abrir un nuevo eje viario que conecte la avenida de Francia con el mar. Parece que lo verde lo tiene un poco crudo ya que el asfalto de un circuito urbano, es mucho más rentable económicamente.
Para Nouvel, la irrupción del circuito no justifica la apertura de las grandes avenidas en línea recta que defienden los ingenieros de Infraestructuras y el Ayuntamiento para el Grao. Según el arquitecto francés, la competición sólo obliga a construir un vial de 14 m de sección de trazado sinuoso que el resto del año podría funcionar como carril-bici de doble sentido u otro uso de caracter público y lúdico. Nouvel y José María Tomás coinciden en la solución de rematar el final del antiguo cauce del Turia con un parque urbano de aproximadamente 30 hectáreas a modo de delta verde, y que en ningún caso el circuito de Fórmula 1 puede ser la excusa para introducir más viales y rotondas en el entorno de la fachada marítima. Para ambos, la accesibilidad y la permeabilidad del peatón en la conexión del Grao con la futura marina de Nouvel es la principal prioridad y supondría abrir la futura dársena a la ciudad, convirtiéndola en un barrio más.
Por supuesto, la propuesta defendida desde la Consellería de Infraestructuras y el Ayuntamiento, da mayor protagonismo a las exigencias del circuito y a la accesiblidad de los vehículos desde la avenida de Francia al mar. Pero, teniendo en cuenta que el gran premio se desarrolla una vez al año y las expectativas económicas que un evento de este calibre genera, es de esperar que los intereses se reorienten hacia el sector inmobiliario, y conviertan el Grao en un densificado y exclusivo barrio más de la ciudad, reduciendo el espacio público y las zonas verdes a la mínima expresión. Más de lo mismo.