Patio Colonial, en Ciudad Cultural Konex

Abrimos entonces una nueva línea de investigación espacial repensando elementos cargados de historia formal, como la teja colonial, que al igual que el broche de ropa es común al lenguaje estético del imaginario colectivo.

En su nombre, la teja colonial, lleva impresa una parte de nuestra historia, una impronta estético-edilicia impuesta a nuestra cultura en épocas de la Colonia Española y que con el tiempo fue adquiriendo distintos significados, muchas veces regresivos y sin identidad.

En este primer paso de la investigación nos propusimos descontextualizar la teja colonial, sacándola de su condición de cubierta, de techo, de elemento en altura y transformándolo en una topografía de uso, como puede ser un piso útil o un gran banco. Básicamente la idea fue crear un espacio de apropiación que juegue con la poética del caminar o estar sentado en un tejado.

Repensamos a la teja como módulo compositivo, para generar un nuevo espacio, lejos de la tradición constructiva heredada y así generamos tres superficies que articulaban el espacio de manera integral. Dos grandes murales de tejas podían funcionar como un potencial escenario para conciertos acústicos de pequeña escala, y un gran banco para ser utilizado por los visitantes del predio.