29.10.2010
Tridimage presenta el nuevo diseño de Tequila Antigua Cruz
Desde la botella de vidrio hasta la etiqueta y el estuche de presentación el estudio Tridimage diseñó de manera integral el envase de un tradicional tequila mexicano. La Tequilera de Arandas, de México, solicitó a Tridimage encarar el rediseño integral del empaque para su producto Tequila Antigua Cruz.
En este caso, el cliente presentó a Tridimage un brief escrito que fue analizado y discutido vía teleconferencias y que, en síntesis, planteaba la necesidad de actualizar el envase integralmente. Por un lado la botella era prácticamente un genérico que también utilizaban otras marcas con la consiguiente pérdida de singularidad y diferenciación; y por otra parte la gráfica no resultaba competitiva en el actual y dinámico mercado tequilero. Tanto el diseño estructural como el gráfico necesitaban una intervención urgente. Rediseñar volumétrica y gráficamente el empaque de una bebida como el tequila, tan ligado a la idiosincrasia, historia y saber popular de una cultura vasta como la mexicana, fue un desafío y una enorme responsabilidad para el estudio, por lo tanto fue necesario estudiar, investigar y adentrarse en el mundo del tequila y también apreciarlo en sus características organolépticas. Durante las conferencias entre el equipo creativo y estratégico de Tridimage y Tequilera de Arandas se recibió toda la información requerida desde lo conceptual a lo técnico, desde lo aspiracional a lo fáctico.
Todos los datos fueron evaluados, elaborados y puestos en consideración a la hora de encarar el nuevo diseño que competiría en los mercados de México y Estados Unidos. Tridimage creó el diseño estructural de una botella con personalidad premium, que exhibe un facetado contemporáneo, alzándose frente a la difícil competencia con recursos expresivos sofisticados y de alto impacto visual. También se diseñó el tapón de madera con un formato personalizado y un grabado que reproduce el símbolo de la marca en bajorrelieve. El proceso completo se desarrolló en un total de seis meses. Durante la fase productiva de la nueva botella se trabajó codo a codo con la cristalera intercambiando archivos CAD 3D, y supervisando prototipos para optimizar el resultado final. La nueva imagen gráfica, serigrafiada en la botella, plantea un rediseño de símbolo y logotipo que exalta la polaridad clasicismo/modernidad, definitoria para este empaque. Se realizó asimismo el diseño estructural y gráfico de los estuches jerarquizando la materialidad y acentuando la oposición brillo/opacidad en su acabado superficial. Cromáticamente se definió cada variedad «Blanco», «Reposado» y «Añejo», con colores metalizados muy vivos que se destacan en la línea de anaquel.