Trabajos de renovación en la Cúpula Soler

Construido en la década del 30, por el Arq. Carlos Pérez Larrañaga, el edificio de lenguaje historicista, se remata sobre la esquina con una importante cúpula elíptica de unos 15 metros de alto con una fachada ciega hacia el frente que incluía un reloj, hoy inexistente y transformado su vano en una ventana. En élla se albergaban originalmente las habitaciones de los trabajadores de servicio del edificio. Organizadas en 3 habitaciones por planta con un baño y una pileta a los lados de la circulación vertical.

La cúpula de 52 m2 de área, de 10 m de eje mayor y 7 de eje menor, está orientada a ejes (con el eje menor N-S) y con vanos hacia el norte. Se divide en 4 plantas horizontales conectadas por una circulación vertical resuelta en 8 m2 con acceso por el nivel de azotea. Está formada por una cáscara de hormigón armado rigidizada por una estructura de pilares vigas y losas en forma de H. La planta original del segundo nivel ya se encontraba modificada y transformada en un apartamento de 1 dormitorio.

Los trabajos implicaron la renovación del sector de cocina, el mantenimiento de la cáscara y sustitución de pavimentos y sustratos. El proyecto organiza una circulación perimetral, para lo que fue necesario la demolición y sustitución de uno de los tabiques existentes, lo que permitió al mismo tiempo liberar la fachada interior, el acceso a la vista de los 3 vanos; y dejar a los lados del estar una zona de dormitorio y una zona de comedor que articula el espacio de cocina mediante la instalación de un mobiliario flexible, que es al mismo tiempo mesa y espacio de guardado de unos 2 m2 y permite generar un espacio integrado y fluído, de uso múltiple.