18.12.2014
Centro Metropolitano de Diseño / Reciclaje del ex-mercado de pescado
Torres de agua, naves industriales, grúas y construcciones ferroviarias conforman el imaginario de Barracas. La intervención en el edificio se manifiesta por medio de formas apropiadas del paisaje urbano circundante. Estas se convirten en elementos plásticos y simbólicos que modelan el espacio.
Este edificio solo puede pertenecer a este lugar. Para lograrlo se potenció la estructuración espacial existente. Esta “Ciudad Máquina Productiva” intenta mantener la esencia histórica del sur de la ciudad. La tradición, lo rústico y lo contemporáneo han sido incorporados al paisaje urbano interior.
Contexto
Desde 1934 a 1983 funcionó en Barracas el “Mercado de Concentración Mayorista de Pescado”, conocido como “Mercado del Pescado”. Su llegada, inauguró una nueva etapa en la vida de un barrio acostumbrado al movimiento comercial de las industrias, barracas y depósitos. Con el tiempo, su presencia se convirtió en un referente urbano, incorporado definitivamente al rico imaginario de este barrio al sur de la ciudad. Ubicado en la manzana delimitada por las calles Algarrobo, Villarino, Santa María del Buen Aire y San Ricardo, próximo al Riachuelo y a la Estación Hipólito Yrigoyen del Ex F.C. Gral. Roca, el Mercado integra hoy, junto el ámbito de esta estación y el viaducto ferroviario, un área de interés patrimonial que ha merecido diversos reconocimientos por sus valores testimoniales, urbanos y arquitectónicos. Este singular sector urbano, comienza a adquirir su fisonomía actual a principios del siglo XX, cuando el entorno de la Estación Barracas al Norte (hoy Estación Hipólito Yrigoyen) cobra renovado impulso, a partir de la construcción de la doble vía a nivel elevado, proyectada por la empresa inglesa del Ferrocarril Sud en 1901. Estos trabajos –iniciados en 1904- también comprendieron la construcción de la actual estación en reemplazo de la anterior, y la realización de las obras de ingeniería necesarias para que los trenes ingresen a la Terminal Constitución, sin interferir con el tránsito de las calles existentes.
De esta manera, se materializaron los magníficos puentes ferroviarios y el edificio de pasajeros actual, proyectado por los arquitectos Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas del citado ferrocarril (1908-1909). Desde sus principios, las instalaciones del mercado estuvieron equipadas con vistas a su finalidad principal, esto es, la concentración de pescados y mariscos. Imágenes de época muestran el aspecto exterior original del mercado, el montaje de puestos y diversos arreglos internos y el momento de la inauguración. El Mercado de Abasto del Sud o Mercado del Pescado, cesó definitivamente en sus actividades a partir del 28 de febrero de 1983. En el año 1999 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decide crear una Institución cuya misión principal será consolidar un área al sur de la Ciudad dedicada a la promoción del diseño. En Diciembre de 2001 es inaugurado el edificio fundacional del Centro Metropolitano de Diseño (CMD), llamado ‘Pescadito’. Lindante al ex-Mercado de Pescado, es el primer edificio de la Institución. En 2007, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró al conjunto CMD Área de Protección Histórica Nº 7.
Investigación
El corte como generador de la forma ha sido el principal motivo de estudio en la gestación del proyecto. Entendiendo el espacio pre-existente como una verdadera arquitectura de cuerpos de fábrica, donde el edificio crece por la extrusión de un corte básico en el sentido longitudinal y por adición de cuerpos en sentido transversal, se decidió generar los contenedores del programa requerido siguiendo la misma lógica. El corte básico se puede encontrar en todos las inclusiones dentro del espacio, salvo en el auditorio, que por poseer grandes luces, ha sido resuelto con un corte particular. Sin embargo también su forma es el resultado de la extrusión de esta sección atípica. Se puede decir que el corte básico ha sido domesticado en función de las necesidades del programa que alberga, sistematizando los detalles generales e incorporando particularidades. Se utilizaron piezas estándar: los perfiles, paneles, vidrios auto-portantes. Los herrajes son ‘de catálogo’. En la entrada del edificio –en el museo del sitio- se ubica una pieza síntesis de toda la lógica proyectual.
Materia
El lenguaje Art Decó domina la monótona sucesión de locales de la fachada. En los portales de acceso sobre las calles Algarrobo y Santa María, es donde se alcanza un mayor vuelo expresivo. Sin dudas, este geométrico ropaje de sobrerrelieves era el rostro visible del mercado en el barrio. Debido a los nuevos usos como oficinas y aulas, en las fachadas de planta alta fueron vaciados los vanos existentes incorporando importantes ventanales, sin modifica la estructuración formal. Internamente se potenció la organización de las cubiertas del mercado de ocho naves, una calle principal y seis circulaciones secundarias. Se incrementó la entrada de iluminación natural vidriando sectores antes cubiertos por cubiertas de chapa. La luz recortada por los volúmenes interiores dibuja sombras cambiantes con el transcurso del día. La calle principal constituye el eje visual que permite una percepción directa del universo metálico interior, y es, consecuentemente, referente de la identidad original del edificio como mercado. Dentro de las naves se han dispuesto programas contenidos en piezas compactas, que a modo de ‘barcos’ se encastran dentro de ellas. Estos volúmenes tienen una estructura portante de columnas y entrepisos de perfiles doble T y perfiles de chapa plegada, con entrepiso de entablonado de madera de lapacho. Poseen revestimiento de madera machihembrada, también de lapacho. Su construcción en seco permitió afectaciones parciales durante la construcción en etapas para propiciar el normal funcionamiento de la Institución. Para el caso particular del auditorio se creó una pieza única y atípica dentro del conjunto, pero relacionada formal y materialmente con el resto. Su estructura portante comprende una serie de pórticos biarticulados en las bases, formados por perfiles de chapa soldada de solo 4 mm. de espesor cada 3,80 mts.
Sobre esta estructura primaria se ha dispuesto una estructura secundaria de perfiles de chapa plegada a modo de grilla sobre la que se monta un doble enchapado de placas de roca de yeso, tanto en el lado interno como en el lado externo. Estas placas cumplen la función de aislar acústicamente a la sala. Las mismas se fueron fijadas mediante listones de clavado que a su vez soportan el revestimiento exterior: un entablonado de lapacho cepillado con colocación traslapado tipo sidding. Entre el revestimiento exterior y el interior se han colocado planchas de lana de vidrio de 50 mm de espesor. En el interior y sobre el revestimiento de emplacado de roca de yeso se han colocado planchas de aislante fonoabsorbente autoextinguible con terminación superficial en forma de cuñas anecoicas. Finalmente sobre esta superficie se ha colocado un entablonado de lapacho de junta abierta, consolidando así el tratamiento acústico de la sala. Las Instalaciones se han dejado a la vista potenciando el carácter industrial del conjunto. Para la construcción del edificio -y particularmente en los revestimientos- se optó por la utilización de materiales de procedencia local y técnicas de colocación artesanal.
Sistema
Ordenamiento funcional, espacial y formal: La estructura del conjunto consistee en un cuerpo de fábrica de dos niveles -con planta en forma de ‘U’- que rodea un espacio central techado. Este está conformado por ocho naves paralelas y una calle interior que las atraviesa en sentido perpendicular. En el borde se ubican incubadoras de micro-empresas debido a la repetitividad del programa y el espacio compartimentado disponible. También se agrega un nuevo pabellón que completa la manzana, cerrando así el conjunto. En el interior, la estructura de los galpones define espacios de distintas jerarquías y escalas: la calle principal, las naves mayores y las bahías menores. Esta zona adquiere carácter de espacio social, con programas de uso público y colectivo. En su interior se disponen programas educativos, de exposición, auditorio, biblioteca y laboratorios. La calle interior que corta las naves es un espacio diáfano y fluido, verdadero corazón funcional y social del edificio. Las naves, en su límite con la calle San Ricardo, se cortan en tímpanos diagonales que absorben la irregularidad de la parcela con programas de servicio y abastecimiento.
Las bahías menores sirven a las naves mayores como fuentes de iluminación indirecta, circulación y climatización. En ellas se han dispuesto torres de servicio que albergan tanques de agua, reserva de incendio, y equipos de aire acondicionado. En las naves se disponen los programas contenidos en piezas cerradas y compactas, que a modo de ‘barcos’ se encastran dentro de ellas. La forma de estos contenedores es la extrusión de una sección, produciéndose una fuerte relación entre la forma contenida y el espacio contenedor. Estos barcos se ubican a ambos lados de la calle principal. Sus frentes de 17 metros de ancho conforman un perfil de ‘barcos amarrados’, haciendo referencia con sus retiros al tejido urbano. Paisaje interior como mobiliario superescalado: Los “barcos” son una familia de mega-volúmenes de similar escala sobre los cuales se realizan operaciones de vaciado, adición, sustracción y densificación, manteniendo el carácter general e intentando ser reconocidos como parte de un todo. Debido a su tamaño casi nunca llegan a ser percibidos en su totalidad, tornándose inestable la relación fondo figura y la relación de predominio espacio-forma incluída.
Vínculos
La institución: El Centro Metropolitano de Diseño (CMD) es una institución pública dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dedicada a dinamizar el entramado productivo y la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad a través de un manejo efectivo del diseño. Su acción es parte de un sistema articulado de instrumentos de asistencia técnica y financiera destinado a recuperar y dinamizar el tejido productivo conformado por las pequeñas y medianas empresas locales, creando valor e incrementando su productividad de cara a la economía global. Su misión es ser el principal promotor público en la Ciudad de la importancia económica y cultural del diseño. Con su sede ubicada en Barracas, el CMD también se propone desarrollar en el barrio un distrito de diseño. Ha sido sede de importantes exposiciones nacionales e internacionales como el Festival Internacional de Diseño y Casa Foa 2011.
Entre sus objetivos se cuentan:
• Apoyar y estimular iniciativas privadas o públicas vinculadas al diseño que se desarrollen en la Ciudad.
• Acompañar a emprendedores locales que quieran desarrollar empresas otorgándole gran participación al diseño e incubar –a través de instituciones intermedias– a las de mayor capacidad de crecimiento.
• Contribuir activamente en la formación de una red nacional de centros, institutos y organizaciones de diseño.
• Estimular y coordinar la interacción entre diseñadores, gerentes de diseño, ejecutivos, empresarios PyMe, delineadores y directores de políticas públicas y académicos.
• Elaborar, organizar y difundir periódicamente conocimientos que sirvan a la gestión del diseño.
• Colaborar con la internacionalización del sector./ La importancia de la gente en la concepción del proyecto: Desde su concepción el proyecto incorporó la misión de la Institución. La calle central actúa como verdadero articulador las actividades internas y externas, tanto de los visitantes como de las actividades propias del barrio. La interacción entre los usuarios de cualquier nivel social, económico y educativo fue la principal premisa.
Esta obra fue distinguida en la sección temática «Sustentabilidad física y social» BIA-AR