Quincho

Al priorizar la idea de estar en contacto directo con el exterior en todo momento, se rodea el espacio a través de una estructura de pies derechos y cadenetas -similarmente utilizado en los cerramientos recubiertos con adobe en los muros de la casa- quedando desprovistos de todo revestimiento opaco, dejándolos completamente acristalados.

Interiormente se proponen dos bloques macizos que contienen una parrilla, horno de barro y espacios para dejar leña y utensilios. Estos flanquean un espacio que se conecta con el exterior a través de dos grandes correderas laterales. En el centro se diseña una mesa que puede dividirse y ponerse de distintas formas dependiendo de la actividad que se quiera realizar al interior. El volumen se emplaza entre la vegetación existente protegiéndose del sol excesivo, disimulando su geometría y escala lo más posible dentro del terreno.