24.2.2009
Rainbow Tower, en Ljubljana
Hoy en día las ciudades no son más semejantes a un organismo controlado entre ciertos límites físicos. Es más correcto hablar de ciudades como sistemas dinámicos complejos; una superposición y combinación de múltiples individualidades. La identidad de la ciudad es una mezcla de singularidades y deseos que de forma consciente u inconsciente, interpretan de muchas y diferentes maneras sitios, espacios, edificios, y sus relaciones con su entorno y su medioambiente. En este sentido se podría hablar al mismo tiempo de un nuevo concepto de geografía, de paisaje urbano y de infraestructura. La ciudad se expande en el territorio, pero al mismo tiempo, eso vuelve y se inserta en la ciudad en un infinito intercambio de inputs y de outputs. Ljubljana parece ser una ciudad radial en forma de estrella que se desarrolla longitudinalmente a lo largo de corredores funcionales. Ljubljana ahora funciona como una ciudad planificada y dirigida de manera massimalística. El masterplan del área Poljane se condensa en la imagen de la Rainbow Tower; un nuevo ícono urbano, un símbolo de la ley de la naturaleza, un edificio atipológico, multifuncional, inteligente y captador de energía; percibido desde el exterior como la nueva esperanza en un optimista skyline de Ljubljana.