20.1.2012
Museo del Vino en Lavaux
En la orilla del lago de Ginebra y frente a los Alpes, Lavaux es un lugar único declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007. ¿Cómo generar una atracción cultural de envergadura, inexistente hoy, que pueda atraer una cantidad importante de visitantes sin por lo tanto tocar las viñas y terrazas que constituyen su escencia última?
Un museo del Vino que exponga y explique el inmenso patrimonio vitivinícola de la región desde la edad media parece pertinente, pero no suficiente para atraer gente de todo el mundo.
Un Museo del Vino suspendido de una gran roca que salve las viñas y las terrazas, que se integre al paisaje y que ofrezca una experiencia sensorial inigualable de Lavaux, del lago y de los Alpes, puede ser la respuesta.
El Museo se quiere un pequeño objeto icónico dentro de un gran paisaje icónico, sin que haya competencia sino retroalimentación debido justamente a esta diferencia de escala.
En efecto de lejos el Museo se percibe como una forma más entre otras que vienen a puntuar las 800 hectáreas de Lavaux. Pero al acercarse, la integración se descubre en la simbiosis y el delicado equilibrio avec la Roca ; en la horizontalidad del objeto que alineado con el plano de agua del lago contrabalancea la verticalidad de las montañas ; en la permeabilidad que permite entrever la continuidad del paisaje y finalmente, en la utilización de un mínimo de recursos por un máximo de resultados.