Concurso Nacional Archivo General de la Nación, mención

Implantación y Crecimiento
La implantación del archivo general de la nación en el terreno en cuestión representó el mayor desafío a la hora de encarar este proyecto: Por un lado, el proyecto se inserta dentro de uno mayor, el parque lineal del sur, que plantea una continuidad de espacios verdes públicos en el sentido norte-sur. Con este proyecto, buscamos no generar un corte en esta conexión, sino disponer el edificio y sus futuras ampliaciones, de manera que se garantice este vínculo y esta continuidad. Así, es el espacio público, que como una calle que atraviesa el terreno en sentido longitudinal, el que permite conectar el parque lineal, a través del edificio del archivo, con el futuro edificio cultural de la ex cárcel, y finalmente con el parque Florentino Ameghino.

Por otro lado, debemos implantar en el terreno un edificio que deberá crecer hasta tres veces más de lo que se construirá en la primera etapa. ¿Cómo hacer para marcar las reglas de juego a las futuras ampliaciones a la vez que generar un edificio que en primera etapa no aparezca inconcluso? Creemos en la necesidad de generar un sistema que regule la implantación de cada una de las etapas del AGN, que permita el crecimiento paulatino. Es la calle central que atraviesa el terreno, la columna vertebral que articula la totalidad del proyecto, y a la que como piezas independientes se van agregando cada una de las sucesivas ampliaciones del archivo. Este sistema de futuro crecimiento permite al mismo tiempo, una gran flexibilidad a la hora de ir concretando cada una de las sucesivas etapas.

Se plantea la construcción de la primera etapa del archivo en la punta norte de este eje ordenador, actuando de esta manera como un contrapunto del edificio existente de la ex cárcel y delimitando el vacío que a futuro se irá completando con las ampliaciones.

Funcionamiento
En cuanto a su funcionamiento, queremos dar respuesta a una doble necesidad aparentemente contradictoria: Por un lado, se plantea la necesidad de generar un edificio inclusivo y abierto, y por otro, la adecuación a un programa de necesidades de carácter más bien restrictivo por la función propia a alojar, que representa casi el 80% del programa. Para dar respuesta a esta doble necesidad, planteamos un solo nivel de acceso abierto al público, ubicado en el nivel + 3.00, que agrupa todas las actividades abiertas y que se conecta directamente al eje de circulación elevado.

Bajo este nivel, en el nivel 0, se encuentran todas las áreas de trabajo exclusivas para el personal y por encima de este nivel, el archivo. Así se genera en un edificio de carácter cerrado, una planta intermedia muy abierta y flexible que manifiesta con claridad esta vocación de integrar el archivo al espacio público; al mismo tiempo que se da acertada respuesta a las necesidades de control y aislamiento, tanto del archivo, como de las áreas de trabajo restringidas.

Por otro lado, consideramos de gran valor, dejar planteado este eje de carácter público, en el que se distribuyen las actividades anexas, que a su vez sirve de circulación ordenadora y vinculación entre las diferentes ampliaciones del archivo. Esto permite que las funciones complementarias como la sala de conferencias o la de exposiciones, puedan funcionar de manera independiente del archivo propiamente dicho.

Materialidad
Planteamos un edificio cuya materialidad represente la solidez y la importancia de lo que allí se conserva. Una caja del tesoro, de un tesoro que es nuestra historia. Una estructura íntegramente de hormigón, que resista con mínimo mantenimiento el paso del tiempo. Y no sólo que lo resista, sino que como los archivos que el edificio contiene, vaya mejorando. Por esta razón, el hormigón se realiza con una pigmentación basada en ferritos de bronce, que irá cambiando su tonalidad con el correr de los años, y que pone a este edificio del bicentenario en relación con otros edificios que, más de cien años antes, se configuraron como hitos de nuestra democracia.