10.8.2015
Anti – Monumento a la memoria, 1er. Premio
La ciudad de Posadas, su estructura espacial, presenta tres grandes áreas territoriales bien diferenciadas. La primera, el “centro” (como lo llaman los habitantes), se ubica al noreste de la ciudad en el límite con el río Paraná.
Es el lugar histórico, y donde se concentran la mayor parte de la actividad terciaria de la ciudad. Entre esta y el río, siempre en sentido noreste, se encuentran los espacios costeros. Bordes recreativos y de circulación, producto de las obra de defensa costera de Yacyretá. Ya en sentido sur-oeste, se encuentra la expansión horizontal de la ciudad, donde predominan las actividades residenciales, urbanizaciones públicas de vivienda, secundarias y de servicio.
Esta última área y el “centro”, se encuentran separadas por las “cuatro avenidas”. Cuatro bulevares que circunvalan al centro. Con motivo de realizar la puesta en valor de las áreas verdes y recreativas que forman parte de los bulevares, obras encaradas por el municipio, el mismo lanzó un concurso provincial de un monumento alegórico a: “La memoria, la verdad y la justicia”. El mismo se alojaría en la denominada Plazoleta de la Reforma Universitaria, en el sitio que ocupaba el edificio del ex – comedor de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). El mismo dejó de funcionar al inaugurarse el nuevo comedor y quedo en estado de abandono. Esto generó distintos problemas sociales en el sitio, que sumados a los conflictos urbanos ya generados, terminó con la decisión de demolerlo. La demolición formaría parte de las obras de puesta en valor y re-funcionalización de la plazoleta, junto a la construcción del monumento elegido por concurso provincial.
Fundamentación
• el ETERNAUTA. Con esta historieta Héctor G. Oesterheld (desaparecido en la última dictadura), pone de manifiesto que el verdadero héroe es colectivo y no individual. El grupo social es el héroe.
• Ausencias. Con su serie fotográfica Gustavo Germano (uno de sus hermanos es un desaparecido), hace uso del espacio y el tiempo para la reflexión. Las ausencias en el paisaje hacen tomar cuenta al espectador de la magnitud del daño, sin acudir a representaciones violentas o dolorosas.
• Universidad y Estudiantes. La universidad es un centro de debate y generación de conocimiento para la construcción social. El edificio del ex-comedor, como una extensión de la UNaM, habrá alojado en los horarios de las comidas discusiones relacionadas a ello. Educación, política, sociedad, reivindicación de derechos etc., habrán sido temas de los estudiantes al momento de compartir la mesa.
En relación a lo anterior, podemos deducir que:
• No necesitamos monumentos napoleónicos.
• No necesitamos contemplar el crimen o el terror.
• No necesitamos un cementerio de esculturas.
Lo que necesitamos y nos debemos como sociedad, son espacios que permitan la reflexión y celebrar la vida. Necesitamos espacios de interacción social, para que el pasado macabro no vuelva a presentarse.
Las víctimas del terrorismo de estado eran “personas normales”, como los personajes de el Eternauta, su crimen fue ser civitas. Tener ideologías, una razón de ser y estar en el mundo. Quizá este sea su gran legado. ¿Cómo generar un espacio (lugar significativo) que promueva la interacción y a la vez rinda homenaje a estos ciudadanos? El Anti-Monumento puede ser la respuesta. Sólo cuando perdemos algo nos damos cuenta de la importancia que tenía para nosotros. La ausencia tiene ese potencial de transmisión. Se propone evidenciar la ausencia física del viejo edificio (como lugar), pero tratando de rescatar su esencia: espacio de interacción social.
Un mojón de 8m de alto, hecho con las ruinas del edificio, señala el lugar que ocupaba. A sus pies se produce un basamento verde, con tres dunas que hacen las veces de banco, camillas, juego de niños, mesas para compartir un mate o terere, leer, etc. la interacción social e intercambio de ideas. Mientras se produzca esta vivencia, estaremos honrando a los 30mil civitas desaparecidos. Un recinto, a modo de nicho, revestido en acero inoxidable completa la instalación, de manera de reflejar e incorporar en el monumento al individuo y el colectivo social que lo rodea.
En relación a lo expuesto césped, hormigón, acero de obra, acero inoxidable y los escombros del edificio “histórico” que se demuele, comprenden la paleta de materiales del proyecto. Materiales “corrientes”, pero de profundo carácter y compromiso como Juan Salvo, Favalli, “el tornero” Franco; o, Carlos Tereszecuk, Alfredo Gonzalez, Wladimiro Hippler, y otros tantos detenidos y desaparecidos en la Provincia de Misiones.