Paysandú Shopping Terminal

El edificio se implanta en la manzana ocupada por la vieja planta industrial de la aceitera COUSA, delimitada por las calles Bulevar Artigas, Ituzaingó, Joaquín Suárez y 25 de Mayo. Este emplazamiento, compartido con equipamientos de alta significación como ser el Estadio Artigas y el Estadio cerrado 8 de Junio, establece una nueva centralidad conectada eficientemente a la red vial más importante de la ciudad.

La nueva terminal de ómnibus consiste en un edificio de usos mixtos que integra al programa requerido un centro comercial, complementando la oferta de servicios y conformando así un equipamiento urbano de primera magnitud que reposiciona a la ciudad en el escenario regional y promueve su desarrollo en el sector oeste.

Se ha tomado como premisa reusar parte del edificio existente, generando las acciones necesarias para su refuncionalización, acondicionamiento y puesta en servicio. Esto supone afirmar la cultura del reciclaje que permite preservar valores de diferente naturaleza —como edilicios, económicos— y reorientar la inversión en aquellas áreas que requieren mayor protagonismo. La conservación de las crujías que recorren la calle Ituzaingó permite definir una estructura de ocupación lineal que se desarrolla desde el acceso principal hacia el espacio «plaza» de la terminal. Esta plaza opera como ancla del mall comercial generando sinergia de usos diversos. Atendiendo a las condiciones de uso de la terminal y los servicios requeridos para su funcionamiento las 24 horas se prevén accesos secundarios que garantizan una óptima funcionalidad e independencia de usos.

Se plantea una estrategia de señalización sustentada en el diseño de la marca, en la configuración espacial y en el carácter industrial del edificio logrando una propuesta integral de diseño.

El edificio se presenta como un volumen unitario de gran presencia, que unifica en un cuerpo elevado los revestimientos metálicos de los paramentos laterales y la cubierta volada sobre el sector de andenes y el acceso principal. El orden espacial interior y su imagen manifiestan la tecnología elegida para su construcción, retomando y reelaborando en la propuesta formal una imagen «precisa» de la arquitectura industrial. Su tamaño relativo y su presencia austera es capaz de dialogar con los grandes equipamientos que se localizan en el sector a la vez de generar instancias particulares de calificación del espacio público que complementan los ya instalados en el área.