Espacio «Reencuentro» – Estilo Pilar 2019

“Volver a las raíces” es volver a casa, reencontrarse con los lugares, aromas, colores, luces y sombras, texturas, formas de un paisaje conocido y amado. En ese paisaje también están los afectos, lo bueno y lo malo que hemos vivido. Pero como personalmente para mí este “volver a las raíces” es una verdadera fiesta en mi vida, de lo malo aprendí y lo bueno lo agradezco y es motivo para mí de celebración y agradecimiento.

Si de “verde” hablamos, volver a las raíces como pilarense viene mezclado de aroma a jazmines y rosas, pasto recién cortado, tierra húmeda; visión de un cielo enorme, un horizonte al alcance de mis ojos, con atardeceres preciosos de luces filtradas entre casuarinas y eucaliptus. Es también la imagen de los viejos patios familiares de ladrillo con jardín y huerta, pérgola con vid, monte frutal, pastizales poblados de mariposas y coro de pajaritos en los alambrados, en las ramas de los árboles…

“Reencuentro” es la propuesta en el Espacio N° 2. Reencuentro con un entorno que amo y con Estilo Pilar, que en sus comienzos me recibió cálidamente y fue un verdadero laboratorio de experiencias no sólo sobre aspectos técnicos específicos, sino sobre un “estilo”, una “mirada” particular de la vida que provocó en mí verdadera fascinación. Arte, Arquitectura, Paisajismo del mejor nivel con un objetivo principal y rector, la solidaridad.

Desde lo formal, “Reencuentro” tuvo una superficie de 50m2 y se ubicó en la zona de acceso a la Feria, muy próximo al Showroom de Azzurra. Una forestación añosa, grandes macizos de lavanda y salvias, senderos de piedra granza son esencialmente lo que domina la vista en este sector. Por esta razón es que la intervención en E2 intenta ensamblarse en este gran escenario. El espacio tuvo una pérgola rústica de unos 8 m2 aproximadamente, ubicada en el límite posterior del espacio (tiene 10 m de longitud total). Este límite tuvo un cerco de caña a los efectos de disminuir el contraste visual con el sector de comidas, etc. La pérgola se realizó con materiales rústicos, naturales. Junto al cerco de caña, se colocó un cerco vivo, Eugenia myrtifolia. Al pie, en pequeños tramos, gramíneas y herbáceas de porte bajo. Agrupaciones de gramíneas y herbáceas que describen suaves curvas completaron la propuesta.

Finalmente, desde la funcionalidad, este espacio se propuso como un lugar para sentarse y poder observar el magnífico y generoso entorno, pensar, descansar, en medio de la calidez de materiales naturales y la sencillez necesaria que amerita la propuesta para poner en valor lo más notorio y valioso del lugar: una añosa forestación, amplios espacios, bajo nivel de ruido de contaminación visual de la zona circundante al predio. “Volver a las raíces” …allá vamos!