Oficinas Nordeste

El primer acercamiento al aprendizaje se da a través del juego. Mediante un método heurístico nos aproximamos a la geometría, descubrimos formas, las asociamos con tamaños, colores, dimensiones y de ésta manera entendemos las variaciones y diferencias. Ignorando reglas, principios y con el azar como principal maestro vamos desarrollando habilidades apoyados en la herencia de nuestros antepasados.

Entonces, dentro de este mismo proceso aparecen las sociedades, las mismas que nos van moldeando, nos inculcan métodos, ideas y reglas por más que nosotros queramos sólo seguir inventándonos. Y mientras nos inculcan maneras de enfrentar las leyes del azar preferimos armar castillos con naipes que son incapaces de sostenerse pero que agrupados en conjunto desafían la gravedad, y que a pesar de su liviandad se levantan y fortalecen
apoyados unos a otros.

Es de ésta manera como, sin conocer física, construimos y destruimos desde muy corta edad.

“Oficinas Nordeste” no se aleja de ésta realidad descrita, en la que las experiencias previas de ensayo y error servirán de base para levantar los naipes, en donde un ladrillo trabaja junto al otro para conformar paneles y el conjunto de éstos armarán la estructura, los muros y estantes. Con la ausencia de algunas de las partes no se podría constituir el todo de la edificación.

Un gran patio utilizado como estacionamiento, un quincho ubicado en el fondo del terreno, una piscina y un sendero de vegetación que cubre el lindero izquierdo se suman a los tres árboles cítricos que dibujaban el sitio de emplazamiento adquirido por el dueño de las oficinas.

Con éstos elementos preexistentes, la intervención propuesta se eleva de la manera menos invasiva posible; esto se traduce en la separación del volumen de ambos linderos dejando el izquierdo como un acceso lateral delineada por vegetación y el derecho, de menor dimensión, como pasillo técnico que albergará las instalaciones.

En tanto que la piscina, ofrecerá su propia estructura para soportar los pilares que sostendrán tanto el peso total como el aporte térmico de la gran losa jardín que servirá de cerramiento a la oficina semienterrada en la que se transformará.

De ésta manera la espacialidad interior del volumen se deja descubrir por la doble altura que se refuerza aún más por el árbol del Carambola que recorre con sus ramas la planta baja y el entrepiso logrando también una conexión visual gracias a los vidrios que delimitan el patio interno donde el mismo desprende sus raíces.

Una platea de 10 cm de hormigón y unos pilares metálicos que soportan el techo a un agua con vigas metálicas tensadas, construido como puntapié inicial para dar cobijo y sombra a los obreros desde el inicio de la obra, servirán de estructura para albergar un gran espacio de trabajo compartido y dos oficinas privadas en planta baja mientras que el entrepiso albergará una oficina con conexión a la losa jardín y terraza como expansión.
Como cerramiento lateral aparecen unos paños de vidrio de metro y medio de alto, lo suficiente para generar iluminación, ventilación y vistas a cuerpo completo de una persona sentada. A continuación se levantan los muros de ladrillos de canto de 5 cm de espesor, 2,5 m de alto y 11 m de largo plegados cuidadosamente a manera de zigzag construidos con tutor.

Dichas paredes distribuyen sus esfuerzos sobre paneles de ladrillos prefabricados, que arriostran la estructura y envuelven todo el espacio. Por su parte, los muros de las oficinas privadas, también de paneles de ladrillos prefabricados, se conjugan para generar cubos que no sólo separarían las oficinas privadas del gran espacio común sino que servirán de nichos o estantes que recibirán las cargas de la losa de viguetas prefabricadas alivianada con ladrillo común. Esta utilización se da, en vez del ladrillo hueco tipo “sapo” para una mejor terminación y reducción de la cantidad de viguetas extremando el esfuerzo estructural de la losa.

Finalmente como remate de las oficinas aparece un brisoleil que combina paneles cerámicos con paños transparentes de vidrio elevados con una pequeña inclinación que permite el juego de luces y sombras tanto en la fachada frontal como posterior.

Retornar al proceso de aprendizaje, las sucesiones de prueba y error… descubrir, cuestionarse los estándares… variar los modelos y métodos tradicionales… combinarlos, destruir y construir, generar nuevos conceptos… son algunas de las premisas empleadas para la generación de éste proyecto y al igual que el mismo proceso de aprendizaje la necesidad de seguir probando, descubriendo, reinventando conceptos… todo esto se vuelca en la materialización de las Oficinas Nordeste.

Una construcción que encierra en sus muros plegados, algo más que sólo aprendizaje.