Estudios Red Bull, espacio esculpido en Berlín

Construido en una antigua central eléctrica que data de la década de 1920, los nuevos interiores contrastan la moderna con la antigua Berlín.

Por encargo de Red Bull para diseñar su estudio duodécimo de música a nivel mundial (entre otros lugares se incluyen en la lista Tokio, Los Ángeles, París, Londres y Sao Paulo), Optimist Design apoya la idea de que el espacio creado sea capaz de mantener la atmósfera industrial del interior y a la vez permita crear una serie de esculturas dentro las paredes existentes, para formar los espacios necesarios para las grabaciones.

Combinando sus habilidades como arquitectos, diseñadores de interiores con experiencia digital, Optimist Design planteó un proyecto como dos mundos:  la creación de un espacio social exterior  y una serie de cámaras en el interior determinadas por la geometría, el sonido y los requisitos técnicos. «El diseño fue determinado por la acústica,» explica Tino Schaedler, fundador del estudio. «Después, se descompone en un superficies prismáticas para garantizar un sonido perfecto para el espacio de grabación.»

El reto para el diseño del espacio incluía garantizar el alto nivel de requisitos técnicos y de sonido, así como también la creación de un lugar que se vea bien en cámara. El equipo se concentró en el proceso de diseño, con dibujos en 3D basados en la película del espacio para crear un viaje virtual antes de que comenzar la construcción. Esto empujó los límites de diseño y redujo los tiempos durante las etapas iniciales.

El estudio pone de relieve el vínculo entre la infraestructura de la antigua central térmica de la época industrial y la asociación de Red Bull con el poder y la energía, en el uso del revestimiento de las paredes con más de un kilómetro de bandas de cobre. Un ritmo visual ha sido creado por la composición de la forma de las tiras de cobre en una secuencia ondulada, que representa el flujo natural del sonido y la música.

Una escalera muy grande fluye centralmente a través del espacio, lo que permite a los músicos subir hasta un salón entrepiso nuevo, ubicado en la parte superior de la escultural sala de grabación. Colores apagados y materiales cálidos delinean una variedad de espacios para los músicos y sus amigos.

Tanto el lenguaje formal, como la elección de los materiales para las terminaciones y colores crean un equilibrio entre la yuxtaposición y la unión, al tiempo que establecen un nuevo diálogo y el equilibrio entre lo viejo y lo nuevo.

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