16.5.2012
La Avenida de Mayo, ícono de Buenos Aires
La Avenida de Mayo invita a caminar por sus amplias veredas: se trata de un conjunto edilicio único, con edificios emblemáticos, muchos de ellos institucionales, de magníficas características arquitectónicas. Su ubicación y su trazado, además, la definen como una de las avenidas más bellas e importantes de la ciudad.
Legislación para protegerla
Por su interés patrimonial, por la cantidad de hoteles instalados en ella, sus edificios emblemáticos y la cantidad de locales que presenta, la Avenida de Mayo constituye un ámbito urbano con muchas posibilidades de desarrollo y al mismo tiempo, un tesoro histórico. Localizada en el Casco Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, tiene asignada una protección ambiental dentro del Código de Planeamiento Urbano (Ley Nº 449 y sus modificatorias) con el Nivel 1 de Calidad Ambiental (Art. Nº 4.1.2.), el que corresponde a “Ámbitos Consolidados”. Dicho nivel es el más alto ya que la Avenida de Mayo se destaca muy especialmente por sus cualidades paisajísticas, simbólicas, sociales y espaciales.
Es parte del APH Nº 1 (Área de Protección Histórica Nº 1) y cuenta con gran cantidad de edificios que, por su calidad, están protegidos. Algunos de ellos, además, han sido declarados monumentos nacionales. Por su calidad de conjunto mereció su protección ambiental y también el reconocimiento de Lugar Histórico Nacional, por la Comisión Nacional de Museos Monumentos y Lugares Históricos. (Decreto Nº 437/97)
Su origen
Hacia fines del siglo XIX se iniciaron grandes cambios urbanos en Buenos Aires. El propósito: preparar a la ciudad para los festejos del Centenario y así demostrar la pujanza económica del país. Se proyectó la apertura de la Avenida de Mayo y de las Diagonales Norte y Sur. En poco tiempo, la Avenida se convirtió en la más emblemática de la Ciudad. Fue el lugar obligado de reunión de los personajes de la cultura y el arte durante las primeras décadas del siglo XX. Reconocida como eje cívico – institucional por conectar la Casa Rosada y el Palacio del Congreso, sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Nación, fue y es un referente y un símbolo tanto a nivel nacional como mundial.