Espacio N°9 – Refugio de Campo, Casa FOA

Inspirado en la calma profunda del paisaje rural, propone una pausa en el tiempo, un alto en el ritmo cotidiano, donde la calidez de los materiales y la armonía de la paleta invitan a habitar con serenidad.

La envolvente del espacio, revestida en arpillera natural, abraza con su textura terrosa y orgánica, evocando la simpleza noble de los telares rústicos y del paisaje sin artificios. En el corazón del ambiente, una gran chimenea oficia de centro y símbolo: calor, reunión, abrigo. Frente a ella, un sofá en L tapizado en una tela acogedora extiende la invitación a la pausa y al descanso, como si esperara al viajero al final del día.

Los colores del Refugio – tonos tierra, verdes apagados, fibras crudas – construyen una paleta que remite al campo en sus estaciones más calmas: el gris del cielo nublado, el beige de la paja seca, el verde musgo después de la lluvia. Todo respira una atmósfera serena, en la que la iluminación tenue acompaña sin invadir, dejando que las sombras cuenten su parte.

Cada decisión proyectual fue pensada para reconectar con lo simple, con lo esencial, con ese deseo profundo de llegar a un lugar donde uno se sienta contenido. Refugio de Campo es, ante todo, una invitación al abrigo, al silencio, a la belleza de lo auténtico.