4.10.2013
Espacio «Ay Rosa dame todos tus sueños», Casa Foa 2013
"Sueño ya con dulces fiestas amorosas, Ante este temprano florecer de rosas".
Un jardín de invierno atemporal, con la claridad de un espíritu femenino habitándolo. Un buenos aires añorado y melancólico entra por las cortinas, que bucólicas, acarician el piso de madera y las paredes claras. Una mujer poseída por una pasión de dos caras: la naturaleza y las palabras, encuentra en las rosas antiguas el exacto punto de ese cruce. La flor perfecta, la nombrada de mil formas, la que lleva en sí toda la literatura. Juana de Ibarbourou, poeta apasionada, se retira del mundo y sus vanos homenajes y construye una biblioteca circular, una especie de torre de Babel, para sus rosas y sus libros. Va trepando hacia arriba, absorta en su pasión. Y construyendo un jardín interior en donde se debate entre las plantas que allí crecen y las palabras que va desgranando desde una pequeña mesa al lado de su sillón. Construye herbarios, registra hojas, pétalos y linajes. Ya no le importa el mundo sino este microcosmos en donde recibe a esas pocas personas que aún le devuelven algo de su interés.