7.9.2018
El Pabellón Atlántico
Valdemar Coutinho Architects ideó un Pabellón que refleja los diversos programas con una atractiva imagen dinámica y humanizada, minimizando el impacto común en este tipo de edificios.
El edificio está situado junto a la «Avenida do Atlântico» en Viana do Castelo. Una avenida frente al mar en la que se construyen una serie de edificios que, en una primera impresión, el frente urbano, en el que se inserta el edificio, transmite una imagen bastante insípida debido a la naturaleza de los programas y las opciones adoptadas en su proyectos. Una característica que se ha convertido en un activo en la conceptualización del proyecto del Pabellón Atlántico.
Además de la necesidad del Concejo Municipal de Viana do Castelo de contar con un pabellón deportivo, se da apoyo al colegio EB 2,3 Pedro Barbosa y al uso de complementariedad de la comunidad para desarrollar diversas modalidades, pincipalmente para ampliar la posibilidad de la población de practicar actividades deportivas en instalaciones cubiertas.
Debido a la necesidad de un fuerte control financiero y de dotar la construcción con infraestructuras que permitan en el futuro un mantenimiento de fácil acceso, el costo global del trabajo fue restringido en un valor preestablecido por el Ayuntamiento de Viana do Castelo. Estas demandas se convirtieron en un verdadero desafío para responder a lo solicitado. De ahí, el uso de la imagen brutalista en el proyecto que, sin ser llevado al extremo, es perceptible en los vestuarios y en el campo de deportes.
Con esta intención, Valdemar Coutinho Architects ideó un Pabellón que refleja los diversos programas con una atractiva imagen dinámica y humanizada, minimizando el impacto común en este tipo de edificios.
Debido a la limitada tierra disponible, el proyecto ocupa prácticamente toda el área. Ell programa se desarrolló en un piso a nivel de la planta baja con un área de almacenamiento secundaria. La superficie para practicar deportes es de 650 m2 (para jugar esencialmente al voleibol y al baloncesto) con una altura de 7.50 m, con 4 bloques independientes de salas de cambio, 2 bloques para los atletas, cada uno con una capacidad de 15 a 20 deportistas y otros 2 para entrenadores y árbitros.
En la unión de los dos cuerpos, se ubica la entrada principal, donde 50/80 personas pueden esperar hasta que encuentren sus asientos. Alrededor de la entrada se ubica la recepción, un puesto de vigilancia, una cafetería, un área de soporte técnico, instalaciones sanitarias para hombres y mujeres y para personas con movilidad reducida.
Volumétricamente, el pabellón, en términos generales, está compuesto por 2 cuerpos paralelepipédicos (cuerpo este y oeste) perpendicularmente implantados entre sí, formando en su conjunto un volumen único de líneas dinámicas y restringidas. El edificio presenta predominantemente dos materiales de acabado, el concreto aparente y la tachuela de piedra grapada azulada grisácea.
El tono general del edificio es gris, lo que nos recuerda el hermoso mar gris, del mismo modo que el hall de entrada tiene varios paneles de azulejos gofrados grises, alusivos a los crustáceos y las algas de las playas de Viana do Castelo, ejecutados por el el artista plástico Mário Rocha
Visitá la nota original en inglés > http://arqa.com/en/architecture/the-atlantic-pavilion.html