Edificio Rosales del río

Dentro de la gran pregunta de cómo poder desarrollar un edificio de carácter comercial donde el uso pasara a un segundo plano y lo importante fuera un manifiesto de respeto ante el patrimonio arquitectónico, natural y el patrimonio humano y social, pusimos a prueba 3 hipótesis:

El espacio abierto y verde en equilibrio con el espacio cerrado, donde una secuencia de terrazas diera respuesta a la casa patrimonial vecina (Casa Sarmiento), a la relación con el río Cali y el piedemonte de los cerros, y a la vez generara espacios multifuncionales exteriores para el trabajo informal y/o diferentes actividades humanas complementarias (almorzar, tomarse un café o hasta hacer gimnasia pasiva).

Proponer un edificio de oficinas que no parezca un edificio de oficinas donde la distribución y los acabados tienen como objetivo dignificar y generar un confort humano (más allá del térmico, ergonómico, auditivo y visual), para lo cual todos los usuarios del proyecto tienen la misma dignidad espacial sin importar el cargo o la ubicación del puesto de trabajo.

Revalorar y recuperar elementos de la arquitectura preexistente, no sólo con respecto a la construcción demolida de donde se recuperaron vigas de madera para la cubierta o la fuente del patio que se instaló en la terraza superior, sino también rescatar el lenguaje de los edificios de oficinas de la arquitectura moderna donde los ritmos, cadencias y repeticiones sobrias generaban una imagen de conjunto tranquila y respetuosa del entorno, y en este caso trabajada con materiales ligeros como la madera y el metal.