Edificio FDR3120, viviendas en altura

Fotografía: Alejandro Peral

Casas apiladas
La fachada de hormigón armado visto con un encofrado de tablas tradicional, en contraste con los grandes paños de vidrio a filo, marcan las líneas de estas casas, delimitadas por el macizo de los balcones de cada piso de duplex. La doble altura del acceso y el espacio de cocheras, no hace más que empezar un recorrido que vincula espacios que adrede están separados. Caminar este primer espacio en forma de rampa imperceptible, nos relantiza el paso a medida que nos adentra. A media altura se ve el patio, un lugar íntimo, que a modo de los antiguos patios, sirve de pausa desde el afuera al adentro. A través del ojo del hall se ve lo que va a pasar mas adelante… el edificio se va a defragmentar en espacios estancos independientes; las casas.

Usar el núcleo circulatorio vertical es un instante dentro del edificio como tal. Una vez que se deja atrás este momento, llegar a cada unidad a través del puente que cruza el patio interior, hace que se vuelva a vivir la llegada. La calle ya quedo atrás, pero recién ahora se llega. El ladrillo visto común enrasado y pintado de blanco da una textura calida y fría a la vez. Los vidrios a filo exterior, casi sin borde, en complemento con las hojas de madera de las ventanas, dentro del mismo marco pero jugando otro rol, son otra contradicción buscada.

Vida interior
La unidad de vivienda en duplex tiene cualidades muy definidas en cada planta interior, tanto para las unidades tipo como para la del penthouse. La entrada desde el puente muestra parte del interior. La planta baja en un espacio único que reúne al hall, al comedor, la cocina, el estar y la expansión, en realidad, las actividades que normalmente allí suceden. Todo junto, pero a la vez delimitado por el desnivel que atraviesa el ambiente demarcando situaciones. Un gran paño vidriado corredizo, con su marco de madera (como cada parte móvil de las carpinterías del edificio), permite una relación contundente del espacio con la expansión exterior, dejando una mitad reservada a lo que no se quiere integrar del exterior y a lo que necesita de apoyo en el interior.

Una escalera muy permeable nos lleva al espacio de la planta alta. Una gran suite con el sanitario dividiendo el área dormitorio del área de vestidor y escritorio, conforman otro único espacio dividido sin dividir. Únicamente unas mamparas de vidrio esmerilado le dan intimidad a sectores del baño. Pisos y cielorraso grises de materiales uniformes, contrastan en un juego de luz con el blanco de las paredes y equipamiento. Conforman el espacio pero casi no se tocan. La carpintería casi imperceptible desde el exterior que realza la presencia del vidrio, se convierte en un calido contraste de madera y luz en el interior.

Vida exterior
El remate del edificio es el patio de juegos de todas las casas. La escalera principal se ilumina con el gran ventanal que nos conduce a cruzar el último puente. El que nos lleva al salón de usos múltiples. Un salón de altura y media que utiliza el peso del hormigón armado del tanque de agua como una pieza sutilmente colocada por sobre este espacio para cerrarlo y darle fin al edificio. Más allá del salón, la terraza y el espejo de agua, se confunden con la ciudad, utilizando a las medianeras vecinas como marco de una vista que una casa no puede lograr, pero si en estas cinco casas apiladas.