4.11.2022
Edificio Commodore
Este edificio surge tanto por la propuesta de vivir en la tipología híbrida “departamento con jardín”, como por una condición del antiguo código de planeamiento de Buenos Aires.
La forma sigue la rentabilidad
Dicho código estaba regido por el FOT – factor de ocupación del terreno: un factor por el cual se multiplica la superficie del terreno para obtener la cantidad de metros vendibles en el terreno. El precio del terreno se fija en función de este número. Pero el FOT no se computa sobre las superficies exteriores sin techo, entonces, si se organiza la masa construida de manera de aterrazar el edificio, se obtienen más metros vendibles, sin haber pagado por ellos.
El edificio se sitúa sobre un terreno pasante de 45 m de largo. Su cara norte da a un amplio y arbolado boulevard. Esta longitud permitió aterrazar todo el edificio de manera de generar amplios balcones asoleados.Conceptualmente son 7 casas apiladas, cada una diferente de las demás, con grandes espacios exteriores y mucho perímetro de contacto con el exterior.
El exterior es una característica central, la configuración de las terrazas articulan el edificio retranqueándose en cada piso obteniendo máximo asoleamiento y vistas. A su vez, los volúmenes de chapa configuran salientes, consiguiendo espacios exteriores cobijados e integrados al interior.
El proyecto cuenta con variedad de espacios exteriores; patios semicubiertos privados de acceso, porches de vegetación y grandes balcones verdes o jacuzzis, rodeados de macetas con plantas autóctonas. Además, las unidades del primer nivel tienen un gran patio trasero mientras que las de las unidades superiores cuentan con una azotea verde privada.
Un departamento tiene un árbol en su balcón, dos tienen pasto, y dos tienen jacuzzi. Los departamentos van reduciendo su tamaño en cada piso, de manera que cada uno es diferente, y además fueron customizados para cada cliente. Las siluetas de las medianeras se diseñaron en respuesta a los edificios linderos sin generar un muro agresivo, sino una pieza objetual.
Desde la concepción, este tipo de arquitectura promueve una forma de vida en relación al aire libre, y a la naturaleza, pero dentro de la ciudad – con todo lo que implica esto. Sin necesidad de usar un auto para movilizarse, ni vivir alejado en un barrio cerrado para tener naturaleza y seguridad.
Tecnicalidades
Verticalmente, los muros exteriores tienen doble aislación: una chapa exterior blanca favorece la reflectancia solar y un muro de ladrillos interior con una cámara de aire que permite la circulación de aire entremedia.
En el plano horizontal, el solado es verde, contiene césped y rastreras, que proveen un colchón aislante de tierra de 10 cm. Además, retardan el desagüe del sobrante de agua al pluvial de la red. Una pérgola con enredaderas, encima que produce una sombra que la protege del sol.
Estos exteriores crean un microclima que controla la temperatura frente a las superficies vidriadas. El agua de lluvia que recogen las terrazas, se reutiliza para la limpieza y riego en zonas comunes.