Distintas tipologías que sostienen la cultura urbana

Autogestión
El equipo de trabajo que conforma NE3 desarrolló una modalidad de autogestión, que dejó de lado la figura habitual del cliente que encarga un edificio, y desarrolló una forma de gestión autónoma que aglutina distintos clientes que se integran al Estudio en todo el proceso de diseño, desarrollo, construcción y comercialización de los edificios. Esta modalidad fue la base de la producción de estos casi 20 años de trabajo y posibilitó tanto la cantidad como el tipo de arquitectura que producen.
En el transcurso de este tiempo han investigado -experimentado-, distintas tipologías adaptadas al código de edificación de la ciudad y a las particularidades que propone la configuración de los terrenos en la ciudad.
Si bien la vivienda comercial está ligada de manera directa al mercado inmobiliario, con todas las posibilidades y limitaciones que esto conlleva, el Estudio trabajó en la búsqueda de edificios de departamentos adaptables a múltiples situaciones de habitabilidad.
En general se trata de pequeños módulos que se adaptan a la cambiante forma de vida que el mundo actual propone.

Tipologías propuestas
Las tipologías que se propusieron tienen la capacidad de adaptarse tanto a la configuración de una pequeña vivienda tradicional, como a distintas maneras de organizar uno o dos consultorios, o un estudio o una pequeña oficina o un simple espacio único para vivir.
Estas posibilidades que ofrece la planta, facilitaron la adaptación al carácter comercial de los edificios y consiguieron producir una arquitectura digna frente el requerimiento del mercado.
Esta experimentación, si bien contiene las características de la construcción comercial, desde la estandarización hasta los requerimientos que los nuevos conceptos que el marketing inmobiliario impone, mantiene una cierta autonomía disciplinar, que la diferencia de la arquitectura conocida en esta especialidad.

Integrarse a la ciudad
Por otro lado, desde el punto de vista urbano, los edificios intentan, sin renunciar a su singularidad, integrarse a la masa de tejido que constituye la manzana típica de nuestra ciudad.
Este concepto no sólo se puede ver en los distintos modos de integración, desde enrases tanto en altura como en sus distintos planos, búsqueda de proporciones, diseño de los remates, entre otros, sino que además la búsqueda estética tiende a expresar en un lenguaje abstracto, sostener esa dialéctica entre la singularidad y su integración con el entorno o con el contexto en el sentido más amplio, con el campo de las significaciones del entorno físico y la cultura urbana de Buenos Aires.
Los tres edificios que presentan pueden ser tomados como muestra de estas conceptualizaciones y de ese recorrido.

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Edificio Cabello
2006 – 2008

Edificio Julián Álvarez
2005 – 2007

Edificio French
2003 – 2004