Complejo Judicial Ciudad de Necochea

Es entre ambos polos, donde se consolida la mancha urbana que limita además, con el Río Quequén. Dado el presente contexto, el objetivo primordial de la propuesta es resolver la vinculación de estas áreas de la ciudad, mediante la inserción de una pieza urbana que las articule. De esta forma, el nuevo Complejo Judicial busca conformarse como un hito tanto urbano como social.

Contexto
El terreno presentado posee gran potencial y una ubicación estratégica con respecto a la ciudad y el Río Quequén. Por un lado, funciona como límite del tejido urbano existente y por el otro, se abre hacia la costanera. Gracias a ésto, el edificio consigue tomar partido posicionándose como una barra que remata la trama ortogonal y delimita, a continuación, un nuevo espacio público que lo vincule directamente con los espacios verdes de la costa y le permita dialogar, simultánea y constantemente, tanto con la ciudad como con el río.

Materia
Para la elección del sistema estructural, se tuvieron en cuenta las premisas de simpleza y economía, tanto en lo material como en su ejecución, y fundamentalmente las necesidades funcionales del edificio. La materialización del edificio se llevará a cabo por medio de una envolvente vidriada que será tratada de acuerdo a la diferenciación del carácter, la funcionalidad y los beneficios provenientes de cada orientación.

En la fachada sur cada volumen contará con un tratamiento similar pero independiente, de modo que el frente lindero a la ciudad denote las distintas áreas del proyecto y se ajuste a una escala más urbana.

Por su parte, la fachada principal contará con la adición de una piel que se desarrollará de forma continua integrando a todo el conjunto y concediendo al edificio de un semblante institucional de cara a la plaza. Protegida mediante una trama de parasoles horizontales que tamizan la incidencia solar propia de este tipo de orientaciones, colaborará a generar espacios de trabajo iluminados, que a su vez se verán favorecidos mediante el contacto visual directo con la plaza.

Adicionalmente, la fachada ventilada permitirá dotar de vida al espacio intersticial generado entre la envolvente vidriada y la piel, mediante la concepción de extensiones que favorezcan las condiciones de las salas de espera.

Sistema
En cuanto a la estructura, cada volumen cuenta con un núcleo central que resuelve tanto las circulaciones verticales, como la concentración del programa húmedo. Esto posibilita, a su vez, desplazar las columnas al perímetro del edificio y contar con una modulación que proporcione amplitud suficiente a la hora de distribuir el programa.

De esta forma se logran plantas abiertas, óptimas para la organización de los puestos operativos y de gran flexibilidad en términos de uso. Gracias a este esquema, se consiguen áreas de circulación fluidas, tanto públicas como privadas, para evitar el contacto del público general con aquellos sectores que deban mantenerse a resguardo.

Funcionalmente, el edificio responde a un esquema de distribución simple, en el cual la planta baja concentra el programa de carácter más público y actúa en constante relación con la explanada. De esta forma, el acceso se consolida en el espacio semicubierto de transición entre volúmenes que funciona como antesala para la distribución a uno u otro sector del programa.

El resto de las funciones se desarrollarán en las plantas superiores teniendo en cuenta la distribución y las etapas de construcción determinadas por las bases.

Vínculos
A modo de enlace del espacio público de ambos extremos del terreno, se propone vincular las diferencias de nivel entre el retiro frontal existente y la plaza seca de acceso propuesta, mediante escaleras aterrazadas. Se consolidará, de esta forma, un área de expansión cívica y plural que fomente y estimule el intercambio, la reunión y la interacción, tanto del público en general, como de los usuarios de los distintos sectores del programa específico.

La intención de destinar parte del predio a un parque es resultado del análisis de la situación contextual en que se encuentra el proyecto. El espacio funcionará como expansión del edificio judicial, así también, como atractivo a las diferentes actividades que se realizan en el entorno inmediato, desempeñándose así, como fuelle entre la nueva Terminal de Ómnibus, la Escuela de Arte y el futuro Polo Casa de la Cultura.

El equipamiento propuesto servirá de apoyo a estas actividades. Se ha puesto especial énfasis en el diseño, sectorizando las diferentes necesidades funcionales. Mediante la repetición de un módulo que a través de pequeñas variaciones genera diferentes situaciones de uso, quedan claramente definidos los espacios de circulación, de estar, de recreación, de reposo y de esparcimiento.

Los tres bloques edilicios se conectan en los diferentes niveles mediante puentes que conforman un eje horizontal de movimiento público entre los distintos juzgados, aprovechando las mejores expectativas visuales del entorno, tanto de la plaza propuesta como de la traza del Río Quequén.

Investigación
El proyecto se consolidó desde sus inicios con el concepto de etapabilidad como eje principal y es así como el resultado consiste en la propuesta de 3 etapas que puedan desarrollarse de forma completamente independiente en cuanto a la funcionalidad, el uso y la construcción, pero sin perder la esencia de conjunto.

Esto se logra a partir de una fachada que consolida a las diferentes etapas como un único edificio. El brise-soleil funciona como un sistema de crecimiento independiente en el cual no es necesaria la intervención de una etapa para crecer hacia la siguiente, ya que las piezas se conectan entre sí a partir de montaje en seco.

Las etapas se desarrollan en sentido desde la avenida 58 hacia la calle 60, de manera tal, que en la primera instancia quede resuelto tanto el ingreso al complejo, como consolidada la esquina y la fachada principal del edificio. A su vez, se contempla en esta primera parte, la realización del parque que dará cuenta de la inserción completa del proyecto en el entorno.