Clorindia doméstica – Distinguido BIA-AR 2018

Ícono

Esta etapa presenta una serie («Estudios de Organización cromática de la arquitectura en relación al paisaje»), en un conjunto de seis casas de perímetro libre en condiciones suburbanas o inmersas en paisajes naturales, producidas por el estudio de Clorindo Testa junto a Juan Fontana, Eduardo Bompadre, Elena Acquarone, Juan Genoud y Ezequiel Rivarola, entre los años 1984 y 2011.

Se trata de un análisis gráfico a partir de planos y registros fotográficos publicados, para determinar la relevancia arquitectónica del comportamiento cromático, en un intervalo de la obra del estudio dominado por el uso de terminaciones pintadas en exteriores e interiores.

Una primera cualidad emergente del análisis es el uso proyectual de la diferencia entre color inherente y color percibido: la configuración exterior de las obras, desarrollada en dibujos de envolventes desplegadas, manifiesta la diversidad cromática producida por la incidencia de la luz y las sombras propias aún cuando se trata de casas pintadas con un color dominante (al punto que sus nombres en las publicaciones aparecen frecuentemente como «Casa Verde», «Casa Blanca», etc.), produciendo un comportamiento simultáneamente integrado y múltiple, al modo de los ejemplos más canónicos de la pintura cubista.

Contexto

Respecto del contexto, el análisis expone la cuidadosa asociación entre los colores de la obra y los del paisaje. El color opera como un instrumento proyectual que organiza relaciones no sólo entre los elementos de la propia obra, sino especialmente entre arquitectura y contexto. Nuevamente su función es tanto genérica-abstracta como contingente-perceptual: los colores de la casa y del paisaje constituyen paletas integrales administrando selectivamente contrastes y empastes.

Materia

El comportamiento material de las obras no se fija a la expresión «natural» de la tecnología, sino que aparece drásticamente definido por el uso de pinturas de terminación. El análisis define, a partir de las fotografías de referencia, las variaciones entre color inherente y colores percibidos, y clasifica en paletas integradas a los dibujos los rangos de variación, su relación con el paisaje tal como se deduce de las fotografías de referencia, y las diferentes clases de colores complementarios que presenta la obra.

Sistema

En los casos analizados la organización cromática sostiene procedimientos proyectuales sistemáticos, con una serie de continuidades y algunas variaciones.

Además del color extensivo («dominante»), cuyos comportamientos ya se han reseñado, se presenta otro complementario («secundario») -que normalmente manifiesta alguna diferencia relevante entre el comportamiento cromático interior, frecuentemente blanco, y el exterior-, y un número muy variable (entre ninguno y muchísimos) de acentos o colores lineales, aplicados sobre carpinterías, barandas, elementos distintivos, etc.

Vínculos

Una de las más interesantes capacidades organizativas del color en la serie de obras revisada es la de manifestar una tensión entre los comportamientos estereométricos-volumétricos aparentes de las casas y los topológicos, como manifestaciones de las continuidades de superficie (de pintura en este caso) en forma de pliegues y repliegues, que vinculan interior y exterior al envolver superficies y contornearlas (pasando los blancos interiores hacia el exterior a través de los recuadros de vanos), o forzando los efectos de anverso-reverso al pintar secuencias de colores alternados (incluir el color verde del paisaje en una pared interior desde la que se observa el paisaje, o pintar muros interiores como murales-paisajes cromáticos).

Investigación

Esta fase de la investigación permite reconocer algunas consistencias operativas en los trabajos estudiados: la singularidad formal de esta serie de obras, normalmente identificada con sistemas de organización espaciales-volumétricos y operaciones abstractas de adición o sustracción, puede ser actualizada ahora en clave de los comportamientos cromáticos, especialmente a partir de las continuidades superficiales y contextuales, para redefinir su modelo estratégico espacial hacia formas menos esquemáticas. Proponemos valorarlas no sólo por sus comportamientos macroscópicos y genéricos, sino también por sus múltiples inteligencias locales, capaces de generar relaciones singulares que no debilitan, sino que amplían y multiplican la consistencia de los procedimientos proyectuales.

Podés encontrar este proyecto en el Catálogo de la BIA-AR 2018. Obtenelo acá > http://biaar.com/catalogos/