7.8.2014
Centro de Artes Nadir Afonso, en Portugal
Fusionando arquitectura y paisaje, el Centro de Artes Nadir Afonso vincula un centro urbano emergente con sus alrededores bucólicos.
Los 1.858 metros cuadrados de museo dedicados a un solo artista fusionan una materialidad contemporánea lúcida y luminosa, con la exquisita materialidad y la sostenibilidad del diseño portugués, en honor a uno de los hijos más queridos de la patria portuguesa, el artista Nadir Afonso. Además de rendir homenaje al artista, que anteriormente practicaba la arquitectura con Le Corbusier y Oscar Niemeyer, el Centro, junto con la cercana fundación del artista en las inmediaciones de la ciudad de Chaves, servirá como un motor de impulso al desarrollo económico, cultural y comunal en la región. Emplazado en el corte de una ladera empinada, el nuevo museo de arte se divide en dos partes diversas, pero conectadas: El centro cultural, lleno de luz con vista panorámica a la intersección de la carretera nacional y el Ayuntamiento; y enclavado en la parte posterior, una vasto y llamativo, espacio de exposición bajo nivel, coronado por un techo verde con dimensiones de parque.
Aspecto urbano
En el Hall de entrada, de doble altura, una foto-mural del rostro del artista y una banda continua de sus bocetos genera golpes de colores brillantes, visibles desde la calle. A partir de aquí, la sala de exposiciones, la cafetería al aire libre, la biblioteca infantil y la escalera del auditorio, atraen al visitante, al igual que el auditorio exterior que está diseñado para alentar la participación cívica informal.
Aspecto bucólico
Enclavado en la ladera por debajo del magnífico gesto de sustentabilidad del techo verde, la sala de exposiciones, es el corazón del museo. Como las paredes de exposición son más bajas y cortas que las paredes exteriores, los visitantes pueden ver el arte contra un fondo de superficie de piedra rústica de los muros de contención reciclados del estilo de mampostería griega preclásica, generando la sensación única de observar el arte dentro de una lujosa gruta. Mientras promueve la percepción de una espacialidad de interior y exterior en capas, la proximidad de los muros de contención con el interior, ayuda a degradar la luz solar directa y permite que la luz solar indirecta ilumine naturalmente el edificio, colaborando con la reducción de la huella de carbono del museo. El parque techo verde, diseñado en el espíritu de la abstracción geométrica de Nadir Alonso y en la tradición de Roberto Burle Marx, también modula de forma natural la temperatura interior del museo, al tiempo que ofrece un espacio de calidad para el deleite de la comunidad.
Visitá el texto original en inglés > http://bit.ly/XHW4Hv