23.10.2014
Centro Comunitario para la Cosecha de Agua y la Agroforestería
El Chaco es una de las regiones más biodiversas de Latinoamérica. Si bien sus bosques son abundantes en recursos, sus pobladores viven condicionados por una escasez motivada en la modificación de sus territorios (avance de las fronteras agrícolas, especulación sobre tierras, etc) y las limitaciones que estos imponen sobre sus tradicionales desplazamientos en busca de aguadas y bienes naturales.
Dentro de este marco, se plantea la construcción de un Centro para la Cosecha de Agua y la Agroforestería en la comunidad wichi de Fwichuk Lhase (Lote 8. Formosa, Argentina), buscando restablecer el equilibrio de las poblaciones rurales con el bosque y sus recursos. Una estrategia capaz de contribuir a la superación de una de las principales carencias del bosque chaqueño en su región seca: la falta de agua y las consecuencias que representa para el desempeño de sus habitantes.
Desde su instalación en el Chaco Paraguayo, los colonos realizan estructuras artificiales de captación y almacenamiento de agua de lluvias a nivel, conocidas como tajamares. La propuesta pretende adaptar estos sistemas a criterios sustentables, respetando la morfología del bosque nativo mediante estrategias de ocupación del suelo adecuados al paisaje y técnicas de agricultura basadas en la agroforestería. Estará formado por una superficie de captación apta para el cultivo (Huerta Comunitaria), desde donde el agua de lluvia se conducirá por escurrimiento hacia un estanque de almacenamiento (Tajamar Pulmón). Desde allí será bombeada hacia un Reservorio Elevado, de manera de poder abastecer al sistema por presión natural mediante riego por goteo durante las épocas de sequía. El proyecto representa una oportunidad productiva autosuficiente capaz de almacenar agua durante las temporadas de lluvias estivales, para su posterior uso en la agricultura durante las estaciones de escasez en invierno.
Contexto y materia
La región seca del bosque chaqueño es un lugar de difícil acceso al agua, debido a que carece de manantiales, sus napas freáticas se encuentran a gran profundidad y tiene insuficientes cuerpos superficiales. Sus lluvias se localizan concentradas en los meses de verano, escaseando durante la mayor parte del año. Actualmente, el agua es extraída de napas subterráneas a gran profundidad mediante un sistema de bombeo en base a combustible, generando un alto impacto en el consumo de energías no renovables. La misma es almacenada en un tanque municipal y distribuída a la población mediante camiones cisterna, teniendo cada familia una ración limitada de uso doméstico, quedando la agricultura y la cría de animales relegada a un plano secundario difícil de desarrollar mediante este procedimiento de extracción y distribución limitado.
La implementación de un proyecto orientado a la cosecha de agua, pretende cubrir esta necesidad para su utilización en la agricultura y la forestación. El proyecto presentado surge como una plataforma para las prácticas apropiadas a una región caracterizada por la escasez de este medio, en donde el agua surge como el bien más preciado y motor de desarrollo para el asentamiento humano. Se emplearán materiales y tecnologías apropiadas, adaptadas a las necesidades de un programa orientado a la autosuficiencia energética y productiva. Los sistemas de captación de agua y la construcción del Centro respetarán la morfología del bosque, contando con un área de forestación para el abastecimiento de maderas para la construcción. Se usarán especies nativas para la estructura, y adobe para sus cerramientos. Contará con un sobre-techo para la regulación térmica y la recolección de agua de lluvia. El aclimatamiento se generará a partir de técnicas pasivas de asoleamiento y ventilación, los sistemas mecánicos de bombeo serán manuales y las energías a partir de paneles solares, resolviéndose su funcionamiento en el ámbito de los recursos locales.
La utilización de técnicas tradicionales, permitirá garantizar la autoconstrucción del centro empleando recursos y mano de obra local como forma de empoderamiento, capacitación y transferencia de conocimiento a futuras generaciones. Los materiales utilizados contemplarán la durabilidad reduciendo los costos de mantenimiento, de manera de garantizar una obra que perdure en el tiempo. Su capacidad de adaptarse a distintas escalas, permitirá que la experiencia se transfiera en el ámbito doméstico de la comunidad, o en la proporción urbana de las poblaciones vecinas.
Si bien el proyecto surge para ser implementado en la pequeña escala de una comunidad rural, su capacidad de adaptarse a distintas formatos y contextos desde lo doméstico a lo urbano, le brindan la posibilidad de replicarse fortaleciendo los saberes locales y el arraigo de las comunidades con su territorio. El funcionamiento del Centro estará orientado a la formación y la experimentación en el manejo de recursos renovables con fines productivos (agricultura, piscicultura y apicultura), cosecha del agua (en Tajamares y sistemas de captación por techos) y fortalecimiento de capacidades mediante talleres, contribuyendo a la difusión de estos principios en el ámbito de las poblaciones rurales de la región.
Sistemas para la Cosecha de Agua
Con un promedio anual de 600 mm de lluvias concentradas en los meses de verano, nuestra superficie de captación productiva de 5000 m² nos permitirá una capacidad de almacenamiento de 1.912.500 litros anuales:
• Captación y pérdida por escurrimiento: 5.000m² (superficie de captación y agricultura) x 0.6 m (precipitación anual) x 0.75 (75 % eficiencia promedio de captación) = 2.250 m3 de agua de lluvia
• Almacenamiento y pérdida por evaporación:
– 2.250 m3 – 337,5m3 (perdida 15 % evaporación) = 1912,5 m3
– 1912,5 m3 x 1.000 litros (cantidad de litros x m3) = 1.912.500 litros anuales de agua de lluvia
A su vez, la superficie del Tajamar calculada en el 25% de la cosecha anual de agua, nos brindaría un estanque de 500m3 de agua apta para la aquacultura. En ella se cosecharán especies vegetales acuáticas de alto valor nutritivo, y tendrá una capacidad para la cría de unos 420 peces (546 kg):
– 350m² (superficie estanque) x 1,2 (peces por m²) = 420 peces
– 420 peces x 1.3 kg (peso promedio) = 546 kg
Conclusiones
El presente trabajo busca abordar las prácticas constructivas de los saberes campesinos, superando la condición objetual de estas estructuras para asignarles una escala social más amplia, capaz de vincular el espacio habitable en relación al paisaje geográfico, sus lógicas de apropiación productiva, las tecnologías adaptadas a los recursos disponibles y los aspectos simbólicos que sobreviven en tensión con un contexto en constante transformación.
La innovación puede ser mucho más compleja que la elección de tecnologías industrializadas. Muchas veces, las mismas se producen a un alto costo energético, y su transporte a regiones rurales aisladas supone un impacto indirecto en el consumo de combustibles, recursos logísticos y energías no-renovables. Las tradiciones vernáculas de la construcción campesina, hoy más que nunca vigentes por sus soluciones de confort y consumo pasivas, brindan ejemplo e inspiración ante un presente dependiente de combustibles fósiles que agudizan el impacto que la edificación ejerce sobre el medio ambiente. El entendimiento de un pueblo con los recursos naturales de su medio, puede suponer una oportunidad de alta complejidad si podemos adaptarla en la forma de tecnologías apropiadas. En esta búsqueda, se intenta recrear las condiciones silvestres del bosque a partir del diseño de un paisaje productivo que respeta su morfología, adaptándonos al mismo sin imposiciones.
El proyecto surge a través de la observación y la interacción con los pobladores por medio de diversos viajes de campo. Conviviendo en sus viviendas, descubrimos las propiedades térmicas del adobe y su inigualable eficiencia para los rigurosos climas de la región. Caminando el bosque, percibimos su equilibrio y como las aguadas naturales se conservan por más tiempo que las artificiales intervenciones del hombre. El proyecto se basa de esta manera, en el empleo de tecnologías apropiadas a los sistemas constructivos de la tradición local, y su inserción respetuosa dentro del bosque para obtención de sus beneficios y bondades.