Casas apareadas

Se reconoce ante todo el goce de los espacios exteriores como el valor primordial buscado por los futuros habitantes: aire libre, luz, naturaleza y una atmósfera de sosiego que todo lo envuelve. Es por eso que la casa se organiza a partir de la sucesión de tres ambientes exteriores bien diferenciados: El primero, hacia la calle, posibilita el contacto con los vecinos mediante recintos verdes como extensión de las veredas, alentando su uso como espacio de juego para los niños. Luego se ingresa a un patio de resguardo, separado de la vida pública, donde se ubica el acceso, organizando la intimidad del programa de la vivienda en su entorno. Por último, el contacto constante con el verde del jardín privado, aún desde locales más alejados comunicados mediante visuales pasantes; se otorga especial énfasis en las expansiones, semicubiertos, galería, sector de parrilla -espacios todos ellos fundamentales del desarrollo de la vida familiar-, y la articulación de éstos con el resto de la vivienda. Todos los recursos están calibrados para lograr la mayor cantidad de respuestas con los mínimos elementos. El patio ofrece continuidad, amplitud, ventilaciones y asoleamiento múltiple a los locales; es la referencia cualitativa por excelencia cuando los metros cuadrados interiores escasean. La doble circulación ofrece mayores posibilidades funcionales, separando ámbitos privados y públicos, y generando además, mediante las alternativas de recorrido, la impresión de estar habitando una vivienda de mayores dimensiones. La agrupación y racionalización de los servicios e instalaciones (incluido el aprovechamiento del agua de lluvia para riego) fueron premisas fundamentales al momento de dar forma a los criterios de sustentabilidad deseados. Materiales tradicionales, económicos y nobles, como los bloques cerámicos, el hormigón estructural y terminaciones de revoque texturado posibilitan sencillez de ejecución y un lenguaje contemporáneo y ampliamente variado. Se propone, además, un diseño terminado y completo en las tres etapas de ejecución, para que los completamientos parciales se perciban con naturalidad, evitando en todo momento semejar un proyecto inconcluso. Un hábitat posible y de excelencia se ofrece entonces para todos aquellos que persigan el deseo profundo de vivir con mayor intensidad el espacio natural e infinito que disponemos siempre a nuestro alcance.