28.5.2019
Bordar Arquitectura
“… en definitiva: se interpreta. Cuando se dibuja se abstrae, se piensa. Las impresiones del mundo exterior pasan por nuestros ojos, se registran por el impulso nervioso de la mano y quedan consignadas en la mente. Se establece así un circuito físico y mental entre ojos, manos y cerebro…” [1]
Al momento de bordar arquitectura cada puntada realizada conlleva un vínculo y un pensamiento acerca de la obra que se está bordando. Es por eso que esta investigación acerca del re-dibujo de obras de arquitectura utilizando la técnica del bordado propone la exploración sobre la transmisión de una mirada. La construcción de dibujos bordados y la utilización de esta técnica permiten re-pensar problemas de la representación en la arquitectura promoviendo la apropiación de la obra. Cada bordado se construye a partir de la mirada qu e se posee sobre aquello en lo que se trabaja.
Dentro del taller de bordado de Amparo Villarreal donde mujeres de diversas disciplinas nos juntamos a compartir esta actividad, cada una de nosotras desarrolla una investigación personal acerca de lo que desea explorar. Es así que desde un principio decidí bordar arquitectura ya que me resulta interesante indagar acerca de la relación que puede existir entre esta técnica y la arquitectura, profesión a la cual me dedico. Este acercamiento a la disciplina a partir de una actividad que en un principio me resultaba ajena me permitió hilvanar las relaciones que se pueden trazar entre estas dos actividades. Considero que el proceso de construcción de un bordado resulta en algunos aspectos muy similar al proceso proyectual en arquitectura.
En este sentido, esta aproximación a la arquitectura a través del bordado permite repensar y abordar una investigación acerca del problema de la representación. Esto último resulta interesante en tanto y en cuanto plantea la transmisión de determinadas percepciones acerca de las obras de arquitectura a través de la propia mirada. Entonces no se trata de una simple mímesis del dibujo original sino de reelaborar el dibujo a través del bordado con una exploración personal acerca de aquello que se investiga y sobre aquello que se desea transmitir. De esta forma se construye una reflexión sobre el trabajo en cuestión.
A la hora de la elaboración de un bordado opera un pensamiento previo que entrelaza las lógicas conceptuales y productivas de la obra de arquitectura con las técnicas del bordado. A partir de la integración de estas herramientas se logra la apropiación del proyecto a la mirada propia. El proceso de construcción de bordados se encuentra asociado a una profunda reflexión personal sobre lo que se está desarrollando, así como a la exploración del entrecruzamiento entre esta técnica y la arquitectura.
[1] Sarmiento, Jaime. Apuntes de viaje. Circo 2006.136 – Jaia Lore Artean